La empresa Analogue ha anunciado el lanzamiento de su consola más ambiciosa hasta la fecha: la Analogue 3D, una reconstrucción de la mítica Nintendo 64 desde cero, que saldrá al mercado en el primer trimestre de 2025. Aunque originalmente estaba prevista para 2024, los pedidos anticipados comenzarán el 21 de octubre. Esta consola busca replicar fielmente la experiencia original de la N64 mediante hardware especializado, marcando un hito en la preservación de videojuegos.
El corazón de la Analogue 3D es un chip FPGA (Field Programmable Gate Array) programado para imitar el hardware de la Nintendo 64 a nivel físico, explica Engadget. Esta técnica permite una emulación más precisa que los métodos basados en software, evitando problemas como el retraso de entrada o fallos de rendimiento. La compañía asegura que su consola será compatible con todos los cartuchos oficiales lanzados para la N64 en cualquier región, prometiendo una experiencia sin ralentizaciones ni errores.
Si logra cumplir con esta promesa, la Analogue 3D podría convertirse en la primera consola capaz de emular perfectamente a la N64, un desafío que ha eludido a otros proyectos. Aunque emuladores como el de MiSTer se acercan a esa meta, el rendimiento perfecto sigue siendo esquivo. Analogue tiene una larga trayectoria en el desarrollo de recreaciones de consolas clásicas, como la NES, SNES y Game Boy, posicionándose como una de las marcas más destacadas en el mercado de hardware retro de alta gama.
El desafío técnico de la quinta generación
El proyecto Analogue 3D destaca porque intenta replicar una consola de la quinta generación de videojuegos, un salto técnico más complicado que la emulación de generaciones anteriores como la SNES o la Sega Genesis. Las plataformas de esa era, como el PlayStation y el Sega Saturn, utilizan arquitecturas más complejas y difíciles de reproducir mediante FPGA. Hasta el momento, el chip más avanzado que emplea el proyecto MiSTer (basado en un Cyclone V) aún presenta limitaciones para ejecutar los juegos de N64 sin errores evidentes.
Por otro lado, la Analogue 3D contará con un chip Cyclone 10GX de Intel, el más potente que ha utilizado la empresa hasta ahora, con 220,000 elementos lógicos. Esto le da una ventaja significativa sobre proyectos más accesibles como MiSTer, cuyas configuraciones no superan los 110,000 elementos lógicos. Analogue asegura que esta potencia adicional permitirá superar los cuellos de botella de la N64 original, especialmente relacionados con la memoria Rambus, lo que debería mejorar el rendimiento sin alterar la esencia del juego. Aunque no se trata técnicamente de “overclocking”, el CEO de Analogue, Christopher Taber, ha prometido una optimización que resolverá los problemas de ralentización que afectaban a los títulos originales.
La experiencia de jugar en pantallas modernas
Una de las mayores dificultades al conectar una N64 a un televisor moderno es la gestión de sus diversas resoluciones. Los juegos originales se ejecutaban en formatos poco convencionales, oscilando entre 320×240 y 640×480, pero algunos títulos incluso bajaban por debajo de esos estándares. Estas resoluciones se diseñaron pensando en pantallas CRT, que utilizaban líneas de exploración que suavizaban las imágenes y disimulaban defectos gráficos. En pantallas modernas, esos juegos pueden verse toscos o requerir ajustes constantes en escaladores externos, como los dispositivos RetroTINK.
Para resolver este problema, la Analogue 3D ofrece salida en 4K, compatibilidad con pantallas de frecuencia de actualización variable y soporte para cartuchos PAL y NTSC. Además, introducirá los “Original Display Modes” (ODMs), filtros avanzados que emulan las características visuales de televisores CRT clásicos. La intención es recrear la experiencia visual auténtica sin los inconvenientes técnicos de la era moderna. La compañía ya experimentó con éxito esta tecnología en la Analogue Pocket, logrando emular a la perfección pantallas como la icónica Sony Trinitron.
Un sistema operativo diseñado para el coleccionista
Otro aspecto novedoso del Analogue 3D es su sistema operativo, el 3DOS, que combina elementos del menú de la Analogue Pocket con la interfaz de la Nintendo Switch. A través de este sistema, los usuarios podrán gestionar su biblioteca de juegos físicos, acceder a estados de guardado y capturas de pantalla, e incluso actualizar el software de la consola mediante conexión WiFi. Sin embargo, la Analogue 3D no permitirá cargar juegos a través de ROM ni utilizar otros núcleos de FPGA de manera oficial, como sí ocurre en la Analogue Pocket. La consola solo admitirá cartuchos originales insertados en su ranura.
Analogue ha dejado claro que su prioridad es preservar la experiencia original del hardware, y aunque el uso de una tarjeta SD es posible para guardar partidas, no permitirá oficialmente modificaciones que habiliten juegos piratas. Sin embargo, la comunidad suele encontrar formas de “jailbreakear” estos dispositivos, algo que podría ocurrir nuevamente en este caso.
Diseño y conectividad moderna
El diseño de la Analogue 3D evoca la estética de la N64, pero con toques modernos que le otorgan elegancia. La consola mantiene los cuatro puertos para controles originales en la parte frontal y añade conectores USB y Bluetooth para mandos contemporáneos. Como es costumbre, no incluirá un control en la caja, pero 8BitDo ha desarrollado un mando específico para esta consola, inspirado en la ergonomía del N64 y compatible también con la Nintendo Switch. Este mando incluye un Rumble Pak integrado.
En la parte trasera de la consola se encuentran los puertos USB-C para alimentación, HDMI para conexión a televisores modernos, y una ranura para tarjetas SD. La ausencia de pilares delanteros en su diseño, junto con botones de encendido y reinicio inclinados hacia el centro, logra una apariencia nostálgica pero actualizada, evocando la esencia del N64 sin infringir derechos de propiedad intelectual de Nintendo.