Esta historia es digna de una serie policiaca, pero por desgracia es de la vida real. Las cámaras de Google Street View han jugado un papel crucial en la resolución de un crimen que había permanecido sin resolver durante un año en la pequeña localidad española de Andaluz, con apenas 20 habitantes. Este caso, que ha captado la atención de muchos, destaca por la peculiar manera en que se desvelaron los hechos.
Hace un año, la desaparición de un hombre de mediana edad en Andaluz fue reportada, pero las investigaciones no lograron avances significativos hasta hace pocas semanas. El hallazgo de un cuerpo desmembrado en el cementerio local reavivó el caso, llevando a la Policía Nacional a examinar minuciosamente cualquier pista disponible. Fue entonces cuando una imagen capturada por Google Maps se convirtió en la clave para resolver el misterio.
La imagen en cuestión muestra a un hombre cargando una gran bolsa blanca en el maletero de su coche. Este detalle, junto con la identificación del modelo del vehículo, la relación con la víctima y unas llamadas telefónicas intervenidas, permitió a las autoridades detener al sospechoso. Se determinó que el bulto en la imagen era, de hecho, el cadáver del desaparecido.
La escena, que parece sacada de un guion de ficción, está disponible para cualquiera que desee comprobarla en la ubicación exacta en Google Maps. La situación se torna aún más surrealista con la aparición de otras imágenes captadas por las cámaras de Street View. En una de ellas, se observa a un hombre con chaqueta azul transportando una carretilla con un bulto blanco en una zona cercana, lo que añade un toque inquietante al caso.
La última vez que Google Maps había fotografiado esa calle fue en octubre de 2009. Tras 15 años de ausencia, las cámaras regresaron justo a tiempo para capturar a un hombre cometiendo un delito que había permanecido sin esclarecer.
Aunque no se puede hablar de un final feliz, al menos se ha hecho justicia. Sin la intervención fortuita de Google Street View, es probable que el caso hubiera seguido sin resolverse, dejando a un culpable libre. Así, más allá de la curiosidad y lo extraordinario de la coincidencia, se puede afirmar que la tecnología ha desempeñado un papel inesperado en la resolución de un crimen.
