Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, ha vuelto a encender el debate público con sus recientes declaraciones. En una entrevista en el popular podcast de Joe Rogan, Zuckerberg abordó temas candentes que han capturado la atención mundial, desde la eliminación de la verificación de contenidos en sus plataformas hasta críticas directas a gigantes tecnológicos como Apple. Sin embargo, fue su visión sobre el futuro de la programación lo que realmente resonó en la comunidad tecnológica.
Zuckerberg reveló que la inteligencia artificial está a punto de transformar radicalmente el panorama laboral de los programadores de nivel medio. Según el CEO, Meta y otras empresas prominentes de Silicon Valley están desarrollando sistemas de IA capaces de realizar tareas complejas de codificación, tradicionalmente ejecutadas por humanos. “Llegaremos a un punto en el que todo el código de nuestras aplicaciones será escrito por la IA, no por ingenieros humanos. Y esto probablemente ocurrirá en 2025”, afirmó con confianza.
Este avance tecnológico promete no solo reducir significativamente los costos de desarrollo de software, dado que los ingenieros de nivel medio en Meta perciben salarios cercanos al medio millón de dólares anuales, sino también redefinir el papel de los desarrolladores humanos en la industria. Zuckerberg sostiene que esta transformación permitirá a los ingenieros ser más creativos y dedicarse a tareas más innovadoras. Sin embargo, sus palabras no han logrado calmar las preocupaciones sobre el impacto en el empleo.
La posibilidad de que la IA reemplace a los programadores plantea interrogantes cruciales sobre el futuro del trabajo en el sector tecnológico. Aunque Zuckerberg se muestra optimista respecto a los beneficios potenciales, muchos expertos temen que esta transición pueda desencadenar una reducción masiva de empleos en un sector históricamente bien remunerado. No es un temor infundado; otras empresas ya están siguiendo este camino. Salesforce, por ejemplo, ha anunciado que dejará de contratar programadores humanos gracias a sus avances en IA, mientras que Klarna, una fintech en expansión, despidió recientemente al 22% de su plantilla, citando el auge de las herramientas de automatización.
Estas decisiones reflejan una tendencia creciente hacia la automatización del trabajo humano en la industria tecnológica. Aunque Zuckerberg no ha mencionado explícitamente despidos en Meta, el modelo adoptado por empresas como Salesforce y Klarna establece un precedente inquietante. A medida que la IA avanza, los ‘agoreros de la IA’ ven cómo sus predicciones sobre el mercado laboral se materializan, prometiendo mayor eficiencia y menores costos para las empresas, pero a costa de miles de empleos humanos.
El futuro del trabajo en la era de la inteligencia artificial se presenta incierto, y las palabras de Zuckerberg han puesto de manifiesto una realidad que la industria tecnológica no puede ignorar. La revolución silenciosa de la IA está en marcha, y su impacto en el empleo humano es un tema que seguirá generando debate en los años venideros.