El mundo de la inteligencia artificial (IA) se encuentra en medio de una tormenta mediática con la reciente controversia que envuelve a DeepSeek, una empresa china que ha captado la atención global con su modelo R1 de código abierto. OpenAI, en colaboración con Microsoft, ha lanzado una investigación para determinar si DeepSeek utilizó su modelo de IA de manera no autorizada para entrenar su propio chatbot, una acusación que ha sido reportada por el Financial Times.
El modelo de DeepSeek ha sorprendido a los mercados financieros al mostrar resultados comparables a los de otras inteligencias artificiales que han requerido inversiones mucho mayores en recursos económicos y computacionales. Este avance ha generado un debate sobre la necesidad de grandes inversiones en hardware para desarrollar modelos avanzados de IA, cuestionando la viabilidad de proyectos como Stargate.
OpenAI ha señalado que DeepSeek podría haber empleado una técnica conocida como “destilación”, donde un modelo de IA aprende extrayendo información de otro mediante consultas repetitivas. Esta práctica, según OpenAI, podría violar sus términos de servicio y tener implicaciones legales. Lo irónico es que OpenAI ha entrenado a ChatGPT con buena parte de los datos que hoy están en internet, todo gratuito, aunque con no pocas demandas legales por el camino.
El impacto de DeepSeek también se ha reflejado en el mercado de valores, con NVIDIA experimentando la mayor caída en un solo día en la historia de la bolsa. La empresa ha perdido 600.000 millones de dólares desde la aparición de DeepSeek, lo que ha sacudido los cimientos de la compañía más valorada del mundo. La posibilidad de que una IA desarrollada con equipos menos potentes y de código abierto pueda competir con las que utilizan sus chips amenaza su modelo de negocio.
Microsoft y OpenAI han estado vigilando a usuarios que han exportado grandes volúmenes de datos de los productos de OpenAI. Aunque aún no se han presentado pruebas concluyentes, Sam Altman ha confirmado la existencia de indicios que respaldan la sospecha de destilación. La comunidad tecnológica espera con expectación los posibles movimientos legales que OpenAI podría emprender contra DeepSeek.
DeepSeek ha ganado popularidad como la aplicación más descargada en la App Store de EE.UU., en parte debido a su disponibilidad en dispositivos móviles. Sin embargo, la falta de claridad sobre quién está detrás del proyecto y las preocupaciones sobre la recopilación de datos han llevado a muchos usuarios a optar por instalar y ejecutar DeepSeek localmente para proteger su privacidad.
El desarrollo de DeepSeek ha dividido opiniones en la industria tecnológica. Mientras algunos líderes destacan su potencial, otros advierten sobre los riesgos de su rápida expansión. Los CEOs de Microsoft y OpenAI han compartido sus impresiones sobre esta IA, subrayando su importancia para el futuro del sector.
Con la creciente tensión entre EE.UU. y China en el ámbito de la inteligencia artificial, y las políticas de “America first” como telón de fondo que impone el presidente Donald Trump, es probable que surjan nuevas regulaciones para controlar el acceso y uso de estos modelos. A nivel geopolítico, el desarrollo de estos acontecimientos será crucial para el futuro de la tecnología global.