En un año marcado por la intensa competencia en la industria de los videojuegos, la compañía japonesa Capcom ha vuelto a demostrar su dominio con resultados financieros históricos. El año fiscal 2024 cerró con un crecimiento del 11.3% en ventas netas, consolidando su octavo año consecutivo de récords. El motor detrás de este éxito no es otro que Monster Hunter Wilds, cuyo lanzamiento superó los 10 millones de copias vendidas en solo un mes, revitalizando además el interés en entregas anteriores como Monster Hunter World: Iceborne.
La saga Monster Hunter sigue siendo el pilar indiscutible de Capcom, con más de 120 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Pero el éxito no se limita a las consolas: en el sector móvil, Monster Hunter Now ha alcanzado las 15 millones de descargas, reforzando la estrategia de diversificación de la empresa.
El enfoque en títulos de catálogo ha sido clave para mantener el crecimiento. Juegos como Devil May Cry 5, Resident Evil 7: Biohazard y Monster Hunter Rise han encontrado una segunda vida gracias a relanzamientos y ofertas digitales, demostrando que el valor de las franquicias bien gestionadas perdura en el tiempo.
Mirando hacia adelante, Capcom no se detiene. Con proyectos como Capcom Fighting Collection 2 y la remasterización de Onimusha 2, la compañía apunta a un noveno año de récords, proyectando ventas netas cercanas a los 190 mil millones de yenes. Además, adaptaciones para la próxima Nintendo Switch 2, como Street Fighter 6, y el desarrollo de Onimusha Way of the Sword para 2026, confirman que la empresa sigue apostando por su legado y la innovación.
El rescate de franquicias clásicas, como Okami en colaboración con Clover Studio, refleja una estrategia que combina nostalgia con visión de futuro. Capcom no solo busca ganancias, sino también consolidar su lugar como referente cultural en el entretenimiento digital.
