Un consorcio de estudios chinos, junto con la China Film Foundation, anunció un proyecto para restaurar y remasterizar cien películas legendarias de artes marciales mediante inteligencia artificial. La iniciativa, presentada en el Festival Internacional de Cine de Shanghái, busca revitalizar títulos icónicos como Fists of Fury (1972), Drunken Master (1978) y Once Upon a Time in China (1991), asociados a leyendas como Bruce Lee, Jackie Chan y Jet Li.
El proyecto, llamado Kung Fu Film Heritage, promete mejorar la calidad visual y sonora de estas cintas, y también “reelaborará” algunas con estéticas modernas. Un ejemplo destacado es la adaptación cyberpunk de A Better Tomorrow (1986), de John Woo, que se convertirá en el primer largometraje animado completamente producido con inteligencia artificial.
Zhang Pimin, representante de la China Film Foundation, defendió el uso de esta tecnología para preservar el patrimonio cinematográfico y adaptarlo al cine contemporáneo. Tian Ming, presidente de Shanghai Canxing Culture and Media, uno de los socios clave, aseguró que las nuevas versiones respetarán el espíritu original mientras renuevan su estética. El proyecto cuenta con un fondo inicial de 100 millones de yuanes (13,9 millones de dólares) y busca colaboración global para impulsar una «revolución cinematográfica».
Sin embargo, la iniciativa llega en medio de un intenso debate sobre el impacto de la inteligencia artificial en la industria creativa. Mientras algunos, como el director Zack Snyder, abogan por su adopción, otros, como Tim Burton, la consideran una amenaza para la autenticidad artística. La polémica se intensificó recientemente cuando Wizards of the Coast, creadores de Magic: The Gathering, admitieron el uso de IA en ilustraciones, tras negarlo inicialmente.
A pesar de las críticas, ejecutivos de Netflix afirmaron en 2024 que al público «no le importa mucho» cómo se producen los contenidos, siempre que la experiencia sea satisfactoria. Esta postura podría acelerar la integración de la inteligencia artificial en el entretenimiento, aunque el proyecto chino ya enfrenta escepticismo por su potencial para redefinir —o desafiar— el legado del kung fu clásico.
