
El avance de la inteligencia artificial no se detiene, y Microsoft Copilot da un nuevo paso hacia una interacción más humana. La compañía de Redmond explora una dimensión expresiva para su asistente de IA, permitiendo que los usuarios no solo conversen con este, sino que también vean sus reacciones visuales.
Copilot Appearance es el nombre del proyecto que busca dotar a la inteligencia artificial de un rostro capaz de reflejar emociones. Alegría, sorpresa y afecto son algunas de las expresiones que el avatar puede mostrar en tiempo real mientras el usuario escribe o habla con él. La función, aún en fase de pruebas, está disponible para un grupo limitado de personas a través de los ajustes de voz en Copilot.
La iniciativa no pretende competir con avatares de diseño elaborado, como el icónico Cortana de la saga Halo. En cambio, Microsoft prioriza la capacidad de transmitir sensaciones. Mustafa Suleyman, responsable de IA en la compañía, afirma que este enfoque acerca a Copilot a convertirse en un «amigo real» para el usuario. La meta es que la IA no solo asista, sino que también genere confianza mediante una identidad visual constante y cercana.
La propuesta de Microsoft Copilot incluye la posibilidad de que el avatar envejezca junto al usuario, reforzando esa conexión emocional. Sin embargo, surge una pregunta inevitable: ¿es necesario humanizar una herramienta tecnológica?
Mientras algunos ven en esto una forma de enriquecer la experiencia, otros cuestionan si la IA debe trascender su rol funcional. El debate está abierto, y Microsoft avanza con una apuesta clara por la expresividad digital.