La inteligencia artificial avanza con rapidez en múltiples sectores laborales. Un nuevo estudio revela que los empleos más vulnerables ante esta transformación comparten una característica esencial: operan con grandes volúmenes de datos estructurados.
El Foro Económico Mundial examinó industrias a nivel global y concluyó que aquellas con abundante información de alta calidad podrían alcanzar tasas de adopción de IA entre el 60 y el 70 por ciento. En contraste, los sectores con datos fragmentados o escasos apenas registran una penetración inferior al 25 por ciento.
Este hallazgo coloca en la mira a profesiones como finanzas, atención al cliente, salud, interpretación, historia y redacción. Todas ellas manejan datos claros y accesibles. En cambio, áreas que dependen de información propietaria, requieren generar grandes volúmenes de contenido o demandan habilidades especializadas, como la conducción autónoma o la medicina, muestran mayor resistencia ante la automatización.
Andrew Ng, fundador del proyecto Google Brain y creador de DeepLearning.AI, explicó en una charla TED que “los datos son el combustible de la IA, y los sistemas modernos necesitan no solo calorías, sino también nutrición de alta calidad”.
La relevancia de este fenómeno se amplifica al considerar las proyecciones de McKinsey & Company. Según sus investigaciones, cerca de 92 millones de empleos podrían desaparecer antes de 2030. Al mismo tiempo, surgirían aproximadamente 170 millones de nuevos puestos. Sin embargo, estos cambios no ocurren en los mismos lugares ni afectan a los mismos trabajadores.
El desafío principal consiste en cerrar la brecha entre los empleos que se extinguen y las oportunidades que emergen. También resulta crucial alinear las habilidades actuales de los trabajadores con las competencias que exigen los nuevos roles. McKinsey advierte que “el problema fundamental es la falta de correspondencia entre las capacidades que posee la gente y las que requieren los trabajos del futuro”.
Entre los sectores más afectados destaca el desarrollo de software. Herramientas como GitHub Copilot procesan repositorios con más de 420 millones de fragmentos de código y ofrecen asistencia directa a los programadores. Hoy, el 75 por ciento de los desarrolladores utiliza tecnologías de codificación asistida por IA.
El ámbito financiero también muestra una transformación acelerada. El 70 por ciento del volumen de operaciones bursátiles en Estados Unidos se realiza mediante algoritmos impulsados por inteligencia artificial. En atención al cliente, los modelos automatizados han permitido reducir costos en un 23.5 por ciento y mejorar la velocidad de respuesta.
Por otro lado, algunos sectores resisten el avance de la inteligencia artificial. En salud, la adopción se mantiene baja debido a la escasez de datos quirúrgicos disponibles públicamente. Menos del 10 por ciento de esa información circula libremente, lo que limita el desarrollo de sistemas automatizados.
Aunque no existen garantías de que una carrera permanezca intacta ante el avance tecnológico, algunos analistas del Career Institute recomiendan enfocarse en áreas donde el juicio humano, la creatividad y la inteligencia emocional resultan esenciales. Los datos indican que los roles que combinan conocimientos sobre inteligencia artificial con experiencia física y personal, como los profesionales de la salud, educadores técnicos y consultores, muestran mayor capacidad de adaptación y resiliencia.