Un equipo de científicos de la Universidad de Viena y la Academia Austriaca de Ciencias logró un avance sin precedentes en física cuántica. Demostraron que, a escala subatómica, las partículas pueden regresar a un estado anterior, un fenómeno que desafía nuestra comprensión convencional del tiempo. Este descubrimiento, aunque no aplicable al mundo macroscópico, ofrece implicaciones transformadoras para tecnologías como la computación cuántica y la inteligencia artificial.
En el mundo físico que habitamos, retroceder en el tiempo resulta imposible (por ahora). Sin embargo, las partículas subatómicas operan bajo reglas distintas, donde la dualidad y la superposición de estados permiten manipular trayectorias ya ocurridas. Los científicos emplearon un dispositivo denominado interruptor cuántico, que analiza todos los estados por los que pasa un fotón de luz al desplazarse a través de un cristal. Este mecanismo selecciona cualquiera de esos estados, incluso aquellos que ocurrieron en el pasado, sin alterar el sistema mediante la observación.
El proceso no se asemeja a rebobinar una película, donde se visualiza el retroceso de los eventos. En física cuántica, la simple observación modifica el sistema, tal como ilustra el experimento mental del gato de Schrödinger, donde el felino existe en estados superpuestos de vida y muerte hasta que alguien abre la caja. El interruptor cuántico evita esta alteración al redirigir el sistema hacia un punto anterior sin necesidad de observarlo.
Este hallazgo no permitirá a las personas corregir errores del pasado, pero sí ofrece aplicaciones prácticas inmediatas en computación cuántica. La capacidad de revertir errores a escala subatómica mejoraría significativamente la eficiencia de estos ordenadores, que manejan ingentes volúmenes de información de forma simultánea. Este avance impulsaría también el desarrollo de la inteligencia artificial, optimizando el aprendizaje automático y permitiendo modelizaciones climáticas más precisas o la aceleración en el descubrimiento de nuevos fármacos.
El futuro de la tecnología cuántica se vislumbra más prometedor gracias a esta investigación. Aunque los humanos seguiremos sin poder cambiar decisiones pasadas, la posibilidad de manipular el tiempo en el ámbito cuántico abre puertas a innovaciones que beneficiarán a la sociedad en múltiples dimensiones.
