📡 Radiocuba: “La satisfacción del deber cumplido”

Arturo Miguel Fernández Victortes, fundador de RadioCuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Arturo Miguel Fernández Victortes, fundador de RadioCuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

La satisfacción del deber cumplido al llevar los servicios de radiotelevisión por primera vez a las comunidades ha impulsado por décadas a Arturo Miguel Fernández Victortes, director técnico de la empresa de servicios de radiocomunicaciones Radiocuba, que este primero de octubre arriba a su trigésimo aniversario.

Arturo es ingeniero en telecomunicaciones, graduado del año 85 en la Universidad de Santiago de Cuba. Lleva 40 años de trabajo en el sector, de ellos 30 en Radiocuba. En 1986, comenzó como técnico y fue transitando por las especialidades en el departamento de radio de la antigua Empresa Integral de Comunicación.

“Siempre me gustó la electrónica”, afirma convencido. Convertirse en especialista fue un sueño doblemente cumplido porque su padre siempre quiso estudiar y hacer una ingeniería, pero no tuvo la oportunidad por las condiciones de la época que le correspondió vivir. Aun así, con mucho tesón, se convirtió en radioaficionado. “Ese fue mi principal estímulo”, confiesa.

Por 30 años, Arturo como parte del equipo de Radiocuba ha trabajado para ampliar y mejorar las transmisiones en todo el país. Uno de los principales retos ha sido llegar a las comunidades donde no hay servicio, o lo que internamente llaman zona de silencio o zona no servida: “La empresa ha desarrollado durante todos estos años la extensión del servicio de la radiodifusión por FM, las coberturas de la onda media y la onda corta para lograr los niveles de alcance de la radio y la televisión con que contamos en la actualidad”.

Sus trabajos iniciales fueron en el área de mantenimiento y reparación de los transmisores. Recuerda cuando ofreció servicio por primera vez al poblado Los horneros en el municipio de Guisa, provincia de Granma. “Ahí lo primero que hice fue buscar una loma donde podía llevar la corriente e implementé dos torretas de televisión Caribe y un ‘amplificadorcito’. Cuando llegas a un lugar donde nunca han visto la televisión, y realizas un montaje de cualquier equipo, por muy pequeño que sea, y ves como las personas agradecen ese servicio, sientes mucha satisfacción”, explica.

Radiocuba ha implementado transmisores de televisión analógica y por estos días trabaja en ampliar el servicio de televisión digital a partir de un donativo de la República Popular China, que se está instalando a lo largo de todo el país, comenta Arturo.

Vivir de cerca la conversión tecnológica de la empresa, desde los transmisores a válvulas, de aquella época hasta los integrados, hoy día, le ha permitido forjarse. En este proceso resalta que la inventiva es otra cualidad necesaria para ejercer este oficio ante la compleja situación que atraviesa el país.

Reutilizar las piezas de los equipos en desuso para poder repararlos es una de las alternativas para poder mantener los servicios pese a la falta de recursos: “Hemos atendido problemas momentáneos y después con el pasar del tiempo se han podido solucionar por completo a partir de las inversiones que se han realizado”, cuenta.

“En este momento, por ejemplo, se está implementando y expandiendo la televisión digital, aunque todavía tenemos los servicios analógicos pues hay lugares donde todavía no se puede retirar, porque no están los medios creados para ese cambio”.

“Tenemos mucho déficit de piezas de repuesto y estamos haciendo constantemente inventivas con tal de mantener el servicio. En algunas localidades logramos brindarlo con la misma potencia, en otros con menos; eso ya entonces reduce el alcance y la cobertura que teníamos. Es muy difícil porque a veces no tenemos todas las condiciones para lograrlo y tenemos que reinventarnos para dar ese servicio; lo importante es que se mantenga’’.

Mientras la amplitud de la red avanza en todo el territorio nacional, Arturo ha tenido la posibilidad de participar en el desarrollo de varios proyectos. Entre ellos el desarrollo de los dos canales educativos, la sustitución del equipamiento desde de Rebelde y Cubavisión, y el cambio que se hizo en los años 2004- 2005 para mejorar la televisión y la radio del país.

Además, menciona que fue parte de las pruebas de campo realizadas para escoger la norma de la televisión digital en nuestro país. Así como en las mediciones de comprobación del servicio del área de cobertura, tanto de las transmisiones analógicas como las digitales.

El compromiso es característico de Arturo, quien ha permanecido dispuesto ante cualquier situación. En temporada ciclónica, también ha trabajado junto con las brigadas de torreros en el mantenimiento o en la instalación de torres en diferentes partes del territorio nacional.

Pero las telecomunicaciones no son su único ámbito laboral, también ha incursionado en la enseñanza a través de cursos de capacitación para formar a las nuevas generaciones de especialistas. Asimismo, ha cumplido misiones en el exterior, específicamente en la República Bolivariana de Venezuela, en un proyecto de montajes, reparaciones y mantenimiento de transmisores en la red de ese hermano país.

“Para trabajar en Radiocuba tiene que gustarte la radio, la televisión, tienes que sentir satisfacción cuando repares el transmisor o cuando instalas un servicio nuevo, pues vas a ver el agradecimiento de las personas al recibirlo. Eso te nutre y te da la posibilidad de seguir luchando por mantener esos servicios’’, comenta.

“Mientras pueda seguir aportando, aquí estaré”

Magnelia Silegas Reyes, fundadora de RadioCuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Magnelia Silegas Reyes, fundadora de RadioCuba. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.

Magnelia Silegas Reyes actualmente se desempeña como especialista de atención a la población, pero su formación comenzó mucho antes, en el Politécnico de Comunicaciones de Kiev, en la antigua Unión Soviética. Graduada en 1988, su vínculo con Radiocuba comenzó de inmediato, en el Centro de Transmisión Internacional Titán, donde operó durante años los equipos transmisores.

“Allí fui operadora de todos los equipos. Luego, por necesidades de la empresa, pasé a trabajar en el departamento de control del espectro radioeléctrico, una actividad que me encantó profundamente”, recuerda. Más adelante, asumió la atención a la población, una tarea que define como exigente y humana: “No es fácil. Hay que tener empatía, ponerse en el lugar de las personas. En las provincias, la radio es vital, y hay que saber escuchar”.

Su trayectoria incluye también labores en el área comercial, desde contratos hasta facturación de servicios, así como funciones directivas en centros de transmisión provinciales. “Durante estos 30 años he pasado por muchas actividades dentro de la empresa. Todas me han aportado muchísimo”, afirma.

Cuando se le pregunta qué significa Radiocuba en su vida, no duda: “Radiocuba ha sido toda mi vida. Entré con 24 años, y ya estoy cerca de la jubilación. Ha sido mi hogar, una familia. Estar aquí durante tres décadas ha sido un placer inmenso”.

Además de su labor profesional, Magnelia ha tenido una activa participación sindical desde sus primeros días. “No había pasado ni una semana cuando me dijeron: ‘La muchacha joven para el sindicato’. Desde entonces he sido secretaria general, organizadora, miembro del buró sindical… Siempre he estado vinculada. Es una actividad bonita, cercana a los trabajadores. Me siento querida, y eso me ha mantenido aquí”.

Sobre el colectivo laboral, reconoce que el reto actual es atraer y formar a jóvenes. “Lamentablemente, no tenemos tantos como antes. Pero trabajamos con ellos, los incentivamos, les transmitimos el amor por esta empresa. Cuando se involucran desde lo administrativo, sindical, profesional… se enamoran de Radiocuba”.

En cuanto a las condiciones laborales, destaca el compromiso por encima del salario. “No somos los que más ganamos, pero nos gusta estar. Aquí hay una relación muy familiar. Eso hace que la gente valore quedarse, incluso cuando se presentan otras oportunidades”.

La atención a la población, su actual responsabilidad, la vive con sensibilidad. “Nos llaman personas mayores, preocupadas por su señal de radio o televisión. A veces vamos hasta sus casas para enseñarles cómo cambiar de AM a FM. No dejamos una queja sin responder. Si podemos ir al lugar, vamos. Y cuando nos llaman para agradecer, eso es lo más gratificante”.

Recuerda con especial cariño a un matrimonio del centro habanero que necesitaba ayuda para adquirir una caja decodificadora. “Les orientamos, les montamos la cajita, y desde entonces, cada fin de año nos llamaban para felicitarnos. Esas cosas te marcan”.

Con voz serena y mirada firme, Magnelia resume su experiencia: “Radiocuba ha sido mi vida entera. Y mientras pueda seguir aportando, aquí estaré”.

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