La actualización de octubre de Windows 11 25H2 ha generado una nueva oleada de críticas entre usuarios y desarrolladores. Microsoft enfrenta una situación compleja tras el despliegue de esta versión, que ha introducido errores graves en componentes esenciales del sistema operativo. La compañía confirmó que trabaja en un parche de emergencia para corregir los fallos detectados, especialmente en el entorno de recuperación de Windows y en la funcionalidad localhost.
Este episodio refuerza la percepción de riesgo que muchos usuarios asocian con las actualizaciones de Windows 11. La acumulación de errores en cada nueva versión ha provocado que millones de personas mantengan sus equipos con Windows 10 o busquen alternativas más estables. La experiencia de actualización se ha convertido en una fuente de incertidumbre, y cada nuevo parche despierta preocupación entre quienes dependen del sistema para sus tareas diarias.
La importancia de la actualización de octubre radica en su coincidencia con el cierre del ciclo de vida de Windows 10. Microsoft intentó facilitar la migración hacia Windows 11, pero el intento resultó contraproducente. La herramienta de creación de medios, utilizada precisamente para realizar esa transición, dejó de funcionar tras la instalación del nuevo paquete. Este contratiempo afectó directamente a quienes buscaban actualizar sus sistemas de forma segura.
Los problemas no se limitaron a esa herramienta. El entorno de recuperación de Windows también sufrió daños significativos. Este conjunto de utilidades internas permite resolver fallos del sistema, mejorar el rendimiento, reducir el tiempo de arranque y acceder a funciones como el arranque en modo seguro o la configuración de la BIOS. La actualización KB5066835 provocó que los periféricos USB, como el teclado y el ratón, dejaran de responder dentro de ese entorno. La imposibilidad de interactuar con la interfaz impide utilizar las herramientas de recuperación, lo que agrava cualquier fallo que afecte al sistema principal. Microsoft reconoció el error y anunció que desarrolla una solución.
Otro aspecto crítico de esta actualización afecta directamente a la comunidad de desarrolladores. El fallo en la funcionalidad localhost interrumpe las conexiones locales necesarias para probar sitios web y aplicaciones en entornos de desarrollo. Esta interrupción impide que las aplicaciones alojadas en el equipo accedan a la red, lo que limita el trabajo de millones de profesionales que dependen de esta característica para validar sus proyectos. Microsoft confirmó el problema y aseguró que prepara una corrección en una futura actualización, aunque no ofreció una fecha concreta.
Ante la reiteración de errores en las actualizaciones de Windows 11, muchos usuarios se preguntan si existe una solución definitiva. Por el momento, las opciones disponibles se reducen a retrasar o desactivar las actualizaciones automáticas, o considerar el cambio hacia otro sistema operativo.
