Valve ha presentado una nueva consola basada en PC que busca ocupar un lugar destacado en la sala de estar. La Steam Machine toma lo mejor del Steam Deck y lo potencia con el rendimiento necesario para competir con las consolas más recientes de PlayStation y Xbox. Esta propuesta presiona a Microsoft para perfeccionar la integración entre Windows y Xbox, ya que la Steam Machine permite jugar títulos de Windows en el televisor, una meta que Microsoft aún no ha alcanzado con sus dispositivos de próxima generación.
El diseño de la Steam Machine recuerda a una Xbox Series X reducida a la mitad. Esta caja de seis pulgadas ejecuta juegos de PC con Windows mediante SteamOS, el sistema operativo basado en Linux desarrollado por Valve. Dos chips AMD proporcionan la potencia suficiente para acercarse al rendimiento de una Xbox Series X o una PS5. Los componentes internos se han compactado de forma similar a los de la consola de Microsoft.
El verdadero motor de esta propuesta es SteamOS. Valve no logró consolidar sus Steam Machines hace una década, en parte porque los desarrolladores debían adaptar sus juegos a Linux. Ahora, la nueva Steam Machine utiliza Proton, una capa de compatibilidad que permite ejecutar la mayoría de los juegos de Windows sin problemas, incluso con mejor rendimiento que en dispositivos portátiles con Windows.
Aunque Valve no ha anunciado planes para que otros fabricantes produzcan Steam Machines, este dispositivo representa una amenaza considerable para los planes de Microsoft con su próxima generación de consolas Xbox y también para el ecosistema de juegos en PC con Windows.
Microsoft trabaja en una fusión entre Xbox y Windows que se asemeja a lo que Valve ya ha logrado. Los dispositivos portátiles Xbox Ally de Asus ofrecen una primera mirada a esa dirección, con Windows como base y una interfaz de Xbox encima. Sin embargo, esta combinación aún parece estar en fase de prueba y se comercializa en dispositivos que superan los mil dólares.
Microsoft ha transformado su aplicación Xbox para PC en una versión similar al modo Big Picture de Steam, ocultando algunas de las funciones menos amigables de Windows. El desarrollo se encuentra en una etapa temprana, y tanto el equipo de Windows como el de Xbox deben mejorar la experiencia de pantalla completa y simplificar el uso del sistema operativo.
La presión aumentará si Valve logra que otros fabricantes de PC adopten SteamOS en sus dispositivos, como ya ocurrió con los portátiles. Microsoft también desea que fabricantes externos produzcan hardware con la marca Xbox, lo que intensifica la competencia directa entre ambas compañías.
Valve y Microsoft buscan atraer al mismo público: jugadores interesados en la experiencia de PC pero que prefieren la simplicidad de una consola, o usuarios que ya poseen juegos en PC y desean una opción confiable para jugar en el salón. Valve ha perfeccionado SteamOS como sistema operativo amigable con controladores y cuenta con una tienda que domina el mercado de juegos para PC.
Mientras tanto, Microsoft construye su próxima Xbox con una mezcla de Windows y Xbox, sin limitarse a una sola tienda. La nueva consola parece dispuesta a aceptar tiendas rivales como Steam, aunque Microsoft enfrenta el reto de convencer a los usuarios para que compren en su propia tienda en lugar de hacerlo en Steam.
Microsoft apuesta por funciones como las partidas guardadas en la nube y el soporte de Xbox Play Anywhere para competir con la Steam Machine. Sin embargo, la disponibilidad de SteamOS en consolas y portátiles reduce el impacto de esa estrategia. PC Game Pass sigue siendo exclusivo de Windows, por lo que el servicio de suscripción podría ser clave para diferenciar el hardware de próxima generación. Microsoft también cuenta con la ventaja de títulos multijugador como Fortnite, Valorant y Battlefield 6, que funcionan sin problemas en Xbox pero no en SteamOS debido a sus sistemas anti-trampas.
El precio será otro factor determinante. Valve no ha revelado el costo final, aunque afirma que será comparable al de una PC con especificaciones similares. Esto sugiere un precio más elevado que el de una consola subsidiada, en un contexto donde Microsoft y Sony han aumentado los precios de sus consolas. Microsoft ha insinuado que su próxima Xbox ofrecerá una experiencia premium y de alto nivel, lo que también apunta a precios similares a los de una PC.
La Steam Machine simplifica el acceso a los juegos de PC en el hogar y pone en evidencia los problemas de rendimiento de Windows, así como la dirección que Microsoft ha tomado con su sistema operativo. SteamOS ha superado a Windows en varios títulos, lo que ha despertado el interés de algunos jugadores por Linux. Esta situación, sumada al descontento de la comunidad gamer con las decisiones de Microsoft, debería motivar a la empresa a centrarse en el rendimiento y la experiencia de juego.
Valve ha trabajado durante años en esta propuesta. Su intento original con la Steam Box buscaba colocar una caja en cada sala de estar. En 2013, durante el CES, Gabe Newell ofreció una entrevista en la que explicó que lanzar juegos de Valve en Linux respondía a una estrategia de protección frente a Microsoft. En ese momento, calificó a Windows 8 como una “gran tristeza”, lo que reflejaba la frustración de Valve con la dirección de Microsoft.
La estrategia de Valve ahora parece capaz de cumplir el sueño de llevar el PC al salón, una meta que Microsoft ha perseguido durante décadas con iniciativas como Windows Media Center y el impulso de Xbox One con Windows. Sin embargo, en esta ocasión, el sistema que llega al hogar no es Windows, sino Linux.
Microsoft no ha reaccionado con alarma. Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming, expresó entusiasmo por el anuncio de Valve durante una reunión con empleados de Xbox. También publicó un mensaje en X felicitando a Valve. Spencer afirmó que ampliar el acceso a juegos en PC, consolas y dispositivos portátiles refleja un futuro basado en la elección, un valor central en la visión de Xbox desde sus inicios. Añadió que, como uno de los principales editores en Steam, Microsoft celebra nuevas opciones para que los jugadores accedan a sus títulos.
Microsoft confía en su estrategia para los próximos dispositivos Xbox, pero ahora debe competir con Steam en el terreno del salón para concretar su visión de una consola tipo PC.
