🔌¿Qué riesgos tiene cargar el celular toda la noche?

celular cargando

Millones de personas mantienen la costumbre de dejar el celular conectado al cargador durante toda la noche para despertar con la batería al máximo. Esta práctica parece ofrecer comodidad, pero especialistas en tecnología advierten que puede afectar de manera negativa la vida útil del dispositivo.

El profesor Ritesh Chugh, de la Universidad Central de Queensland en Australia, explicó que cargar el smartphone durante varias horas acelera el desgaste de las baterías de iones de litio. Este tipo de batería predomina en los teléfonos inteligentes actuales y funciona con ciclos de carga.

El problema surge cuando el dispositivo alcanza el 100 % de energía y los sistemas de gestión detienen aparentemente la recarga. Sin embargo, las aplicaciones y procesos de fondo consumen energía y provocan que el sistema reinicie la carga para reponer descensos mínimos, como del 100 % al 99 %. Cada uno de estos microciclos se suma a un ciclo completo y acelera la degradación de la batería.

La dinámica de carga prolongada también incrementa la temperatura interna del equipo. El efecto térmico se intensifica si el celular permanece sobre superficies blandas, como una cama o almohada, donde la disipación de calor resulta deficiente. El aumento de temperatura favorece la degradación química del litio, el componente esencial de las baterías modernas, y reduce la capacidad de retener energía.

El avance de las tecnologías de carga rápida modificó los hábitos de los consumidores. Chugh señaló que la mayoría de teléfonos actuales alcanza el 100 % de energía en un periodo breve, entre 30 y 90 minutos según el modelo. Por esta razón, mantener el dispositivo conectado durante varias horas seguidas dejó de ser necesario y puede resultar perjudicial.

Algunas marcas desarrollaron funciones de carga optimizada. Apple y Samsung incorporaron algoritmos que interrumpen la recarga al llegar a un porcentaje determinado y la reanudan en el horario en que el usuario suele despertar. Estas soluciones reducen el impacto de la carga prolongada, aunque no eliminan por completo los riesgos si el teléfono permanece enchufado noche tras noche.

El calor generado por la transferencia de energía y los procesadores internos puede elevar la temperatura del smartphone incluso sin señales externas. Este recalentamiento acelera procesos químicos dentro de la batería y disminuye su autonomía de manera gradual. Guardar o cargar el celular en lugares donde el calor no se disipa adecuadamente aumenta las probabilidades de deterioro y afecta la duración entre cargas.

Ingenieros y fabricantes recomiendan adoptar prácticas que preserven la vida útil de la batería. Entre ellas destacan realizar cargas cortas y frecuentes en lugar de mantener el dispositivo conectado durante horas, conservar el nivel de batería entre el 20 % y el 80 %, conectar el celular en intervalos de 30 a 60 minutos durante el día y evitar alcanzar el 100 % de manera regular. Estas medidas pueden duplicar o mejorar la expectativa de vida útil de la batería y retrasar la necesidad de sustituirla.

La industria continúa explorando alternativas para mitigar estas problemáticas, pero los expertos coinciden en que modificar los hábitos cotidianos resulta fundamental para minimizar el desgaste. Cargar el teléfono toda la noche, aunque parezca una solución cómoda, representa un riesgo significativo para la durabilidad de la batería y obliga a los usuarios a considerar ajustes en sus rutinas para evitar complicaciones a largo plazo.

 

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