¿Se puede repetir algo y hacerlo siempre nuevo? La respuesta es sí, y la prueba es Nintendo. Lo hace con muchos juegos, pero acaso como mejor le queda, casi siempre, es con Mario. Super Mario Bros. Wonder es la última entrega de la gran N y, sin ambages, estamos ante una obra maestra.
El título, nominado a Juego del año en The Game Awards, probablemente no gane, en tanto tiene delante a un Baldur´s Gate 3 que parece una pared insuperable. Sin embargo, Nintendo vuelve a entregar horas de mucho entretenimiento y relajación con un juego que, a priori, está destinado para toda la familia.
El fascinante mundo de las flores
En Super Mario Bros. Wonder el jugador visitará el mundo de las flores, adonde ha sido invitado por el príncipe Florian. Nada más llegar, y esto seguro ya lo adivinaste, el malvado Bowser aparece y hace de las suyas para poner todo patas arriba.
El “Wonder” es como el maná del mundo de las flores, que Bowser secuestra y manipula a su antojo para sus perversos fines.
Con esto como trasfondo, iniciamos el periplo aventurero, que nos llevará por incontables niveles.
Super Mario Bros. Wonder está compuesto por seis mundos principales, pero la travesía entre estos suma un séptimo, y la llegada hasta Bowser supone el octavo. Cada mundo está aderezado por numerosos niveles, y he aquí una de las novedades más frescas: no todos los “niveles” son niveles en sí mismo. Permítame explicar más adelante este trabalenguas.
Un mapamundi con personalidad
Resulta que Nintendo decidió hacer las cosas un poco diferentes y Super Mario Bros. Wonder viene a dejarnos un sabor a lo que fue la tercera entrega de las aventuras del fontanero bigotón.
Tal y como sucedía en Super Mario Bros. 3, esta vez tenemos muchas paradas en el mapamundi, que son “niveles” para informarnos del lore, o sencillamente tomarnos un “break” mientras coleccionamos las semillas maravillosas, necesarias para progresar la historia.
Existe una tienda donde comprar algunas cosas interesantes para nuestra aventura, y además cada mundo tiene su particularidad. Hasta secretos esconden.
Este es sin dudas el mejor mapamundi de cualquier juego de Mario, porque no está ahí solamente para que veamos los mundos desde una perspectiva aérea y accedamos a las fases, sino que forma parte activa de la historia y cuenta con niveles independientes que conectan todo el progreso del juego.
Sorpresas, sorpresas, sorpresas
La nueva entrega de Nintendo es un plataformas 2D que no para de sorprender. Lograr esto a casi 40 años de haber lanzado su primer juego de este tipo es sencillamente increíble. Pero lo hace y con autoridad.
Y se nota que pusieron un cuidado tremendo en cada una de las fases, que no están por estar, para hacer relleno, sino para brindarnos momentos especiales. Cada pantalla de Super Mario Bros. Wonder es para disfrutar, y las mecánicas, cuando creemos que las conocemos, sencillamente dan un giro y nos ponen a sudar, eso sí, con una sonrisa en la cara.
Los poderes esta vez llegan en la forma de la Elefanzana, la Flor Burbuja y el Champitaladro. El primero de ellos transforma al protagonista en un elefante, como ya habrás supuesto, que arrasa con todo a su paso y es capaz de regar el entorno con agua que acumula en su trompa.
La Flor Burbuja nos torna en una máquina de disparar burbujas que podemos emplear para aniquilar enemigos o saltar, mientras que el Champitaladro nos permite enterrarnos en el entorno y atacar, incluso, a enemigos con pinchos.
Por supuesto que la Flor de Fuego también está presente.
Mario, Luigi, las princesas Peach y Daisy, Toad y Toadette forman parte del largo roster de personajes a los que se unen Yoshi en varios colores y Nabbit. Estos últimos son casi inmortales y están pensados para jugadores con menos habilidades, o simplemente si quieres pasarte el nivel rápido sin preocuparte mucho más allá de caer hacia tu muerte.
Este amplio número de personajes permite además partidas cooperativas locales de hasta cuatro jugadores, ideal para familias y amigos.
Un mundo con insignias
Mario es acompañado en esta aventura por el príncipe Florian, una oruga que nos permite llevar una Insignia, una especie de poder agregado. Las encontramos repartidas por el mundo, y tienen niveles de retos para conseguirlas, todos muy divertidos.
Las insignias nos permiten saltar más alto, casi flotar por unos segundos, así como otros movimientos especiales. Sin embargo, bastará con usar una o dos en todo el juego, la que mejor te acomode. Acaso Nintendo pudo haber explotado más esta mecánica, pero igualmente funciona.
Fases de ensueño
Los niveles en Super Mario Bros. Wonder tienen escondidas las flores maravilla, y con esto podemos afirmar que Nintendo creó una fase dentro de la fase. ¿Te acuerdas de mi trabalenguas?
Una vez descubrimos la flor maravilla, que puede estar en cualquier parte y activarse ya sea rompiendo un bloque, interactuando con una flor o entrando por una tubería, esta nos transporta a una especie de dimensión alternativa que nos hará convertirnos en Goomba y evitar a nuestros depredadores, transformarnos en una bola de gelatina que se aferra a cualquier superficie, cambiar la perspectiva de la cámara y, con ello, toda la física del nivel, o huir de una furiosa estampida de monstruos.
Son solo algunos ejemplos que muestran cómo se añade un nivel de dificultad extra a cada fase y, al mismo tiempo, muchísima diversión. Lo cierto es que nunca sabrás lo que te espera cuando actives una flor maravilla, pues cada nivel en el juego es único.
Aplausos, además, por el uso de la 2D con toques de una media tercera dimensión, ya que en algunos niveles estaremos a veces bien cerca en la pantalla y unos segundos después nos transportamos al fondo, o viceversa.
Música y diálogos memorables
La historia no es el punto fuerte de Super Mario. Ni siquiera lo fue en Super Mario RPG. En Super Mario Bros. Wonder tenemos a un Bowser transformado en un castillo gigante al que debemos eliminar luego de su última fechoría.
Tampoco son muy relevantes los diálogos hablados. Pero los sonidos, las palabras que sí se dicen y la música están hilvanados en Super Mario Bros. Wonder de forma magistral. Es este el primer juego en el que las voces de Mario y Luigi las pone Kevin Afghani, luego del retiro de Charles Martinet. No obstante, funciona bien.
Esta vez Nintendo optó además por incluir una flor que nos habla cada vez que nos acercamos a ella, y sus palabras son verdaderas joyas que aportan a la narrativa. Te enfrentarás además a alguna que otra fase donde la música es protagonista y deberás hacer gala de tu mejor ritmo de una manera genial.
La animación
La animación de Super Mario Bros. Wonder es sublime. Los efectos han sido cuidados de una manera memorable, aportan muchísimo a lo que hacemos, transmiten en la narrativa del juego y se combinan perfectamente con los modelados de los personajes, enemigos y el entorno.
Las texturas son muy buenas y el juego se ve muy bien tanto a máxima resolución como en el modo portátil.
El modo online
Aunque no probamos el modo en línea, la información que pudimos constatar muestra que lo que verá el jugador en Super Mario Bros. Wonder será como un fantasma de otros jugadores, ya sea por el mundo o en las fases. Estos pueden dejarles alguna ayuda, pero nada más. Realmente no aporta mucho, más allá de una distracción que puede acabar desconcentrando.
Veredicto de Super Mario Bros. Wonder: 9.5
Super Mario Bros. Wonder retiene toda la maravilla creativa de Nintendo y la impulsa a un peldaño todavía superior. Aunque es muy temprano para asegurar que sea su mejor juego de plataformas de la historia, pues hay títulos como Super Mario World que todavía arrancan pasiones, la compañía ha entregado un producto memorable.
Quizá se extraña un poco más de dificultad en las fases, pero no por eso el juego es fácil de superar al ciento por ciento.
Este juego es un imprescindible en la biblioteca personal de “títulos completados”, pues bien merece la pena y nos hará recordarlo siempre con una sonrisa.