La compañía líder en inteligencia artificial, OpenAI, oficializó el regreso de Sam Altman como CEO, tras el polémico despido que protagonizó hace dos semanas. Además, anunció la renovación de su junta directiva, que supervisa la labor de la fundación sin fines de lucro y la subsidiaria con fines de lucro que conforman la estructura de OpenAI.
La nueva junta está compuesta por tres miembros: Bret Taylor, presidente de la junta y director de operaciones de Salesforce; Larry Summers, exsecretario del Tesoro de EE. UU. y profesor de la Universidad de Harvard; y Adam D’Angelo, cofundador y CEO de Quora, único superviviente de la junta anterior.
Taylor ha expresado su compromiso de ayudar a OpenAI a reclutar una junta calificada y diversa, y ha anunciado que se retirará una vez completadas las tareas de transición.
Otro cambio importante es la incorporación de un observador sin derecho a voto que representará a Microsoft, el principal inversor y socio de OpenAI. Este puesto permitirá a Microsoft tener acceso a información de primera mano sobre las actividades de OpenAI, y evitar que se repitan situaciones como la del despido de Altman, del que se enteró después de que se hubiera aprobado.
Por último, se desconoce el futuro de Ilya Sutskever, cofundador y jefe científico de OpenAI, que votó a favor del despido de Altman, pero luego se arrepintió y pidió su retorno.
Altman ha declarado que quiere y respeta a Sutskever, y que cree que es una luz que guía al sector y una joya de ser humano.
Lo que le espera a la nueva junta de OpenAI
La nueva junta tendrá sobre la mesa, entre otras muchas tareas pendientes, gestionar los informes de que OpenAI habría dado un paso de gigante en su meta hacia la creación de la AGI pocos días antes del despido de Altman, con la creación del misterioso modelo de IA llamado Q*.
Igualmente, deberá aclarar una pregunta fundamental aún sin respuesta: ¿por qué la antigua junta decidió que era una prioridad tan urgente remover a Altman, aparentemente un líder popular en la industria y querido por sus empleados? ¿En qué no fue “constantemente sincero” Altman con la antigua junta, como afirmaba, sin más detalles, el comunicado de su despido?