Apple es una empresa que se caracteriza por diseñar sus propios dispositivos, tanto por fuera como por dentro. Desde hace unos años, ha dejado de depender de Intel y AMD para fabricar sus procesadores para sus ordenadores Mac, que se unen a los que ya hacía para sus iPhone y iPad.
Ahora, por primera vez, se ha podido ver uno de los laboratorios donde Apple desarrolla sus chips personalizados.
Un reportaje de CNBC muestra cómo la empresa lleva más de una década creando sus propios chips, empezando por el A4 que se estrenó en el iPhone 4 y el primer iPad en 2010. Desde entonces, el equipo de Apple Silicon ha crecido hasta tener miles de ingenieros que trabajan en diferentes partes del mundo, bajo la dirección de Jonhy Srouji, un veterano de Intel e IBM.
En el laboratorio se pueden ver decenas de máquinas que están probando los chips M3 de MacBook y los A17 Pro de iPhone 15, que son los últimos modelos que ha lanzado la compañía. Pero Apple no solo hace chips para sus ordenadores y teléfonos, sino que también diseña los de la gama S para el Apple Watch, los H y W para los AirPods, los U para el AirTag y los R para las gafas Vision Pro.
Según Srouji, el secreto del éxito de Apple en el campo de los chips se debe a que los fabrican para ellos mismos. Así, pueden optimizar el rendimiento y la escalabilidad de sus procesadores, adaptándolos a las necesidades de cada producto. Por ejemplo, los chips de la gama M pueden usarse tanto en iPad como en MacBook, variando el número de núcleos de CPU y GPU según la capacidad de refrigeración.
Apple ha demostrado su capacidad para crear chips potentes y eficientes para sus dispositivos, pero también ha tenido algunos fracasos. Por ejemplo, tuvo que cancelar el desarrollo de su propio módem 5G y seguir dependiendo de Qualcomm. Además, todavía no ha podido lanzar sus propios chips Wi-Fi y Bluetooth, y sigue comprándolos a Broadcom.