La Inteligencia Artificial (IA) está en auge. Desde su explosión en 2022, impulsada por OpenAI, han surgido cientos de sistemas de IA, cada uno más avanzado que el anterior. Sin embargo, Elon Musk, el polémico magnate dueño de Tesla, X, SpaceX y otras empresas líderes en tecnología, ha expresado serias preocupaciones sobre la dirección que está tomando la IA.
En una reciente entrevista en el Bosch Connected World, Musk mostró su descontento con OpenAI, una de las principales empresas de IA del momento. Musk teme que la empresa haya abandonado su visión original de ofrecer una IA gratuita para todos, optando en cambio por un camino lucrativo. Como resultado, ha presentado una demanda contra OpenAI y Sam Altman, aunque es poco probable que esto tenga repercusiones más allá de las noticias.
Musk también se refirió a su flota de coches autónomos, Tesla, que pronto podrán conducir de manera totalmente autónoma en Estados Unidos, con planes de llegar a Europa en un futuro cercano. Para que estos coches funcionen correctamente, es necesario un mayor desarrollo de la IA.
Lo que realmente preocupa a Elon Musk es el crecimiento exponencial de la IA. Desde la creación de chatbots para usuarios hasta aplicaciones profesionales e industriales, la IA está en todas partes. NVIDIA, por ejemplo, se ha convertido en el proveedor de chips más rentable debido a este crecimiento exponencial.
Según Elon Musk, el crecimiento de la IA aumenta en un factor de 10 cada 6 meses. Si esta tendencia continúa, no solo nos quedaremos sin energía suficiente en un año, sino que incluso podría llegar a exceder la masa del universo. Solo Microsoft Copilot y ChatGPT consumirán en unos años tanta energía como para alimentar a un país entero.
Musk también está preocupado por los robots. A diferencia de los robots industriales, que están programados para realizar tareas específicas, los humanoides con IA son totalmente impredecibles. Hemos visto grandes avances en los robots de Boston Dynamics, y el programa Optimus de Tesla también está trabajando en sus propios humanoides. Sin embargo, si no se ejerce un control especial sobre la IA, las consecuencias podrían ser devastadoras para la humanidad.
A pesar de estas preocupaciones, no debemos olvidar que Elon Musk puede tener un conflicto de intereses. El magnate tecnológico ha llegado tarde al mundo de la IA, y todas las grandes empresas le han adelantado. Ha intentado frenar el avance de la IA en dos ocasiones, con cartas y demandas, mientras trabajaba en secreto en su propia inteligencia artificial. ¿Podría estar buscando detener el avance para poder alcanzar a los demás?