Noland Arbaugh se convirtió hace unos meses en el primer humano en recibir un implante de Neuralink, la compañía del magnate Elon Musk que desarrolla chips cerebrales.
La empresa aseguró en días posteriores a la cirugía que todo había ido muy bien y permitió que el paciente se fuera a casa al día siguiente. Arbaugh pudo utilizar el implante para controlar su ordenador portátil desde varias posiciones, incluso mientras estaba acostado en la cama.
Antes de llevarlo, explica la compañía, la interfaz digital principal de Arbaugh era un lápiz óptico de tableta que se sostenía en la boca y que tenía que ser colocado por un cuidador. El dispositivo bucal solo se puede utilizar en posición vertical para operar una tableta y su uso prolongado puede provocar molestias, fatiga muscular y llagas por presión, y además también impide el habla normal.
Tras la cirugía, siempre según la información aportada por Neuralink, Arbaugh pudo jugar online con amigos —como ajedrez o el Civilization VI—, navegó por Internet, transmitía en vivo y usaba otras aplicaciones en su MacBook, todo controlando un cursor con su mente. “Incluso ha usado el dispositivo para jugar a Mario Kart en una consola Nintendo Switch, algo que no había podido hacer desde su lesión en la médula espinal”, aseguró la compañía.
Sin embargo, según una entrada de blog que Neuralink ha publicado esta semana, el chip desarrolló un problema apenas unas semanas después de su inserción.
La compañía revela que varios hilos de conexión del dispositivo se retrajeron del cerebro del paciente, lo que obstaculizó la velocidad de datos y la efectividad del implante, es decir: no puede recoger tanta información de una sola vez.
Aunque la empresa de Musk no da detalles sobre el incidente ni sobre por qué se desprendieron los hilos y se limita a decir que están investigando las causas, por el momento no valoran extraer el implante, ya que no supone ningún riesgo para la salud de Arbaugh y tampoco reduce tanto el potencial del chip como para someterlo a una nueva intervención.
Para solucionar el problema, Neuralink hizo que el implante fuera más sensible para aumentar aún más su rendimiento, según explica en el blog:
“En las semanas posteriores a la cirugía, varios hilos se retrajeron del cerebro, lo que resultó en una disminución neta en la cantidad de electrodos efectivos. Esto condujo a una reducción del BPS (bits por segundo). En respuesta a este cambio, modificamos el algoritmo de grabación para que fuera más sensible a las señales de población neuronal, mejoramos las técnicas para traducir estas señales en movimientos del cursor y mejoramos la interfaz de usuario. Estos refinamientos produjeron una mejora rápida y sostenida en BPS, que ahora ha reemplazado el desempeño inicial de Noland”.
Noland Arbaugh, el primer paciente humano de Neuralink, quedó tetrapléjico en 2016, con 22 años, tras un accidente de buceo. Le implantaron el chip en enero como parte de un ensayo llamado Estudio PRIME, abreviatura de Precise Robotically Implanted Brain-Computer Interface.