Una radióloga mexicana, la doctora Ena Mondragón, explicó en TikTok que el olor a anciano existe y no tiene nada que ver con la higiene. Según ella, la clave está en el 2-nonenal, una sustancia generada por la oxidación de los ácidos grasos de la barrera lipídica de las células.
Investigaciones realizadas por científicos en los últimos años han demostrado que el olor a anciano es un proceso natural que comienza a partir de los 30 años y se intensifica con el paso del tiempo. Según los expertos, esto se debe a la oxidación de los lípidos en el cuerpo, lo que produce la sustancia responsable del olor.
La oxidación celular es un proceso normal en nuestro organismo, pero a medida que nos hacemos mayores, la oxidación aumenta y se producen menos antioxidantes. Esto conduce a la liberación de 2-nonenal, responsable del olor a anciano.
La doctora Mondragón explica que cada persona tiene su propio olor, debido a la unión única de sustancias químicas volátiles en el sudor y durante la respiración. Esto se debe a la población bacteriana, la alimentación, el entorno y los medicamentos que consume cada persona.
Desde que en 1976 un científico de la entonces Unión Soviética, Abram Ilich Winberg, fundase el que posiblemente fuese el primer laboratorio de odorología del mundo, expertos de distintas disciplinas han trabajado de una forma u otra con el olor. Allí aprendieron las mejores técnicas para extraer los olores de una escena del crimen y utilizarlos para identificar posibles sospechosos. También trabajaron en el adiestramiento de perros para la detección de este tipo de olores.
Aquellos científicos observaron que cada ser humano tiene su propia huella de olor. Esta se debe a un conjunto de sustancias químicas volátiles, excretadas en el sudor y durante la respiración. Generalmente son el resultado del metabolismo de las bacterias que viven en su organismo, sobre todo en la piel.
En el caso de las huellas dactilares, aunque hasta hace poco se pensaba que eran únicas, en 2014 se demostró que no lo son tanto. Pueden variar de un dedo a otro de la misma persona e incluso ser muy similares en personas distintas. Por eso, la huella de olor puede ser un factor mucho más importante a la hora de identificar a una persona. Y si cada persona tiene su propio aroma, el olor a anciano de cada individuo será distinto a medida que se hace mayor. El factor común es que, por lo general, es un olor algo rancio, como el aceite en mal estado, pues se produce por la oxidación de lípidos.
El olor a anciano no tiene nada que ver con la higiene, sino que es un proceso natural que se produce con el envejecimiento. Aunque puede parecernos desagradable, es una señal de que nos hacemos mayores y, siempre que sea con buena salud, envejecer no deja de ser un regalo.