Apple emitió una advertencia a los usuarios de iPhone sobre el antiguo método de secar dispositivos electrónicos con arroz. Según la compañía, este método puede ser perjudicial para el dispositivo.
A partir del modelo iPhone XS, Apple ha incorporado una función de alerta de detección de líquidos. Esta alerta se activa cuando los sensores detectan la presencia de líquidos en los conectores Lightning o USB-C, o en los cables y accesorios. En tal caso, el sistema desactiva la carga para prevenir accidentes y la reanuda una vez que el iPhone se ha secado.
Apple también advierte que cargar el iPhone mientras el conector está húmedo puede causar corrosión en las clavijas del conector o el cable, lo que puede resultar en daños permanentes. Sin embargo, en situaciones de emergencia en las que se necesita hacer una llamada, es posible anular la alerta de detección de líquidos y reanudar la carga, o cargar el dispositivo mediante un cargador inalámbrico.
A pesar de que el iPhone es resistente a las salpicaduras, al agua y al polvo, no se debe cargar mientras está mojado. Esto se aplica a cualquier dispositivo, ya que al conectarlo, la electricidad podría dañar la placa base y arruinar el dispositivo. Es importante recordar que la garantía del iPhone no cubre daños causados por líquidos.
¿Cuál sería la alternativa al arroz?
En lugar de usar arroz, Apple sugiere golpear suavemente el iPhone contra la mano con el conector hacia abajo para eliminar el exceso de líquido y dejarlo en un área seca. Después de esperar 30 minutos, se puede conectar el cable de alimentación para cargarlo. Si la alerta reaparece, se recomienda dejar el dispositivo en un área con flujo de aire durante 24 horas para que se seque completamente.
Si después de un tiempo la alerta sigue apareciendo, es posible que el conector o el cable estén dañados, en cuyo caso se deberá contactar con el soporte técnico.
Finalmente, es importante destacar que desde la certificación IP68 del iPhone XS, el dispositivo puede sumergirse a cierta profundidad durante hasta 30 minutos, lo que reduce los daños causados por inmersiones o derrames accidentales. Esto podría significar el fin de la era de la bolsa de arroz, aunque será difícil cambiar esta costumbre entre los usuarios más veteranos.
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