Ubisoft ha encendido los reflectores sobre Assassin’s Creed Shadows, la nueva entrega de su aclamada franquicia que verá la luz el próximo 14 de febrero de 2025. Disponible para PlayStation 5, Xbox Series y PC, esta entrega promete una renovación profunda de las mecánicas de sigilo, parkour y combate que han definido la serie, adentrándonos esta vez en un Japón feudal lleno de intriga y sombras.
Hoy, el foco se centra en la jugabilidad sigilosa, un aspecto clave en el manejo de Naoe, la coprotagonista shinobi, cuyo estilo ágil y silencioso marca una nueva etapa en la saga.
Uno de los cambios más significativos en Assassin’s Creed Shadows es la ausencia de un compañero alado, como el águila que permitía explorar el terreno en entregas anteriores. Este vacío se llena con una novedosa mecánica llamada Observe (Observar), que facilita una interacción dinámica con el entorno.
Con solo activar esta función, los jugadores pueden identificar objetivos, monitorear enemigos, resaltar escondites, y localizar objetos coleccionables o metas de misiones. “La mecánica Observe es la base de la experiencia de Assassin’s Creed Shadows”, explicó Simon Lemay-Comtois, director asociado del proyecto, al destacar la importancia de esta innovación.
A esta herramienta se suma la mecánica Eagle Vision, exclusiva de Naoe, que permite resaltar enemigos invisibles al ojo humano debido a obstáculos como paredes u otros objetos. Esta característica refuerza un estilo de juego más pausado y estratégico, diseñado para que los jugadores evalúen cuidadosamente su entorno antes de actuar. Ambas herramientas, aunque funcionan de manera independiente, pueden combinarse para proporcionar una experiencia más completa y táctica.
En términos de movilidad, Assassin’s Creed Shadows marca un antes y un después en la franquicia. Por primera vez, las sombras adquieren un protagonismo absoluto: durante la noche, cualquier rincón oscuro se convierte en un escondite perfecto. Esto se aplica tanto a espacios interiores como exteriores, transformando la oscuridad en un aliado vital para Naoe.
Además, el juego introduce movimientos sigilosos como la posibilidad de agacharse para minimizar el ruido de los pasos, o incluso tumbarse boca abajo para reducir aún más la visibilidad. Estas acciones no solo potencian la inmersión, sino que abren nuevas posibilidades estratégicas tanto para Naoe como para Yasuke, el samurái coprotagonista.
En cuanto al arsenal, Naoe dispone de una variedad de herramientas diseñadas para mantener su presencia en las sombras. Bombas de humo, cascabeles y shuriken le permiten distraer enemigos o eliminarlos sin ser detectada, mientras que los kunai ofrecen un método letal y directo.
La jugabilidad también recupera los emblemáticos asesinatos dobles y agrega la opción de agarrar y arrastrar a enemigos, ya sea para eliminarlos sin ruido o derribarlos de manera no letal, una función que ahora requiere la intervención activa del jugador.
El nivel de desafío también evoluciona en esta entrega. Los enemigos contarán con niveles basados en su arquetipo, lo que añade una capa de estrategia a la hora de enfrentarlos. Los jugadores deberán mejorar sus armas para evitar que ciertos enemigos rechacen intentos de asesinato. Un sistema de indicadores permitirá prever el desenlace de los ataques: blanco para muerte instantánea, amarillo para daño significativo, y rojo para un intento fallido.
Con estas innovaciones, Assassin’s Creed Shadows no solo reimagina el sigilo dentro de la saga, sino que también invita a los jugadores a explorar el Japón feudal desde una perspectiva inédita, donde cada sombra, cada movimiento y cada decisión puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.