Un incidente con la empresa de ciberseguridad CrowdStrike ha provocado este viernes problemas significativos en los servicios informáticos de Microsoft, afectando a numerosas empresas y sectores en varias partes del mundo. La interrupción ha causado trastornos en emisoras de radiodifusión, bancos, servicios de trenes y aerolíneas, obligando a algunas a retrasar vuelos en países como EE.UU. y España.
Expertos en seguridad calificaron este error global como “la mayor interrupción de tecnología de la información de la historia”, según el diario británico Financial Times. Por su parte, The Wall Street Journal informó que miles de usuarios quedaron sin acceso a sus plataformas de computación en la nube y a los servicios de Microsoft 365, enfrentándose a la temida “pantalla azul de la muerte”.
Las primeras alarmas sobre los fallos técnicos se dieron en Australia, extendiéndose rápidamente a Europa, EE.UU. y Asia. Según el Coordinador Nacional de Ciberseguridad de Australia, la interrupción se debió a un problema técnico con una plataforma de software de terceros usada por las empresas afectadas.
Microsoft ha comunicado que sus servicios “siguen experimentando mejoras continuas” mientras intentan mitigar los problemas. A su vez, CrowdStrike informó que una actualización defectuosa de su sensor Falcon en el sistema operativo Windows de Microsoft es la causa de la interrupción global. Esta actualización provocó el problema, que ya ha sido identificado, aislado y solucionado, aseguró el director ejecutivo de la compañía, George Kurtz.
En Europa, aerolíneas como Ryanair se vieron afectadas, mientras que en EE.UU., todas las principales aerolíneas, incluyendo Delta Air Lines, United Airlines y American Airlines, sufrieron interrupciones. Los aeropuertos españoles también experimentaron problemas, aunque Aena informó más tarde que habían recuperado la operatividad de sus sistemas, aunque algunos procesos seguían siendo más lentos.
En Asia, el aeropuerto de Hong Kong enfrentó largas colas y registros manuales debido al problema, aunque las operaciones de vuelo no se interrumpieron. En Australia, los aeropuertos de Sídney, Melbourne y Canberra también experimentaron interrupciones, impidiendo a los pasajeros realizar el check-in para sus vuelos.
Según datos de FlightAware, más de 2 400 vuelos fueron cancelados y más de 24 000 sufrieron retrasos en todo el mundo.
Paralelamente, varios medios de comunicación globales, como Sky News en Reino Unido y ABC y NBC en Estados Unidos, tuvieron problemas para retransmitir en directo. En Japón, el parque temático Universal Studios Japan en Osaka experimentó un fallo en su sistema de venta de entradas, afectando la operatividad de tiendas y restaurantes.
Este incidente global ha demostrado la vulnerabilidad de los sistemas informáticos ante fallos técnicos y la importancia de una rápida respuesta y colaboración entre empresas tecnológicas para mitigar los daños y restablecer la normalidad en el menor tiempo posible.
