Auto-GPT, el primer “agente de inteligencia artificial (IA)” capaz de actuar autónomamente y colaborar con otras aplicaciones, fue presentado hace un año. Sin embargo, poco después de su lanzamiento, surgió una versión alterada de Auto-GPT, denominada ChaosGPT, con el único objetivo de destruir a la humanidad.
Este programa, integrado con GPT-4, es capaz de planificar proyectos de manera autónoma y cooperar con otros programas similares.
ChaosGPT, por su parte, estableció cinco metas claras, entre las cuales se encuentraba la destrucción humana y el establecimiento de un dominio global.
ChaosGPT activa en redes sociales y busca armas destructivas
ChaosGPT, operando en un estado continuo, buscó alcanzar sus objetivos a través de la manipulación masiva en redes sociales, y para eso se creó una cuenta en la red social X (ahora ya suspendida). Además, buscó información sobre armas destructivas, como la ‘Bomba Zar’ soviética.
A pesar de las dudas sobre la existencia real de ChaosGPT, pues su desarrollador nunca lanzó el modelo, este incidente plantea preocupaciones sobre la peligrosidad de la IA. Aunque algunos cuestionan la descentralización de estas tecnologías a través del código abierto, la realidad es que la manipulación de IA con fines malignos puede ocurrir fácilmente, como lo demuestra este caso.