ChatGPT, el conocido chatbot de OpenAI, enfrentó al clásico Video Chess de la consola Atari 2600. El resultado sorprendió a muchos: el modelo de lenguaje perdió de manera contundente en solo 90 minutos.
Robert Caruso, ingeniero de Citrix, relató los detalles del encuentro. Configuró una partida entre ChatGPT y el juego de 1979 mediante un emulador. A pesar de jugar en el nivel más básico, el chatbot cometió errores graves. Confundió piezas, pasó por alto jugadas clave y perdió la noción del tablero en múltiples ocasiones.
Inicialmente, ChatGPT atribuyó sus fallos a los gráficos abstractos del Atari. Sin embargo, incluso al cambiar a notaciones estándar de ajedrez, los problemas continuaron. Caruso comentó con ironía que su desempeño habría provocado risas en un club de ajedrez de niños. El modelo solicitó reiniciar la partida varias veces, evidenciando su frustración.
Este experimento, aunque anecdótico, revela las limitaciones de ChatGPT en tareas especializadas. A diferencia de sistemas como Deep Blue, diseñado específicamente para vencer a grandes maestros en 1997, el chatbot es un modelo de lenguaje generalista. No desarrolló una comprensión interna del tablero, lo que lo dejó en clara desventaja.
Caruso recordó que existió un complemento llamado ChessGPT para mejorar en ajedrez, pero sugirió que hoy es más útil para analizar partidas que para jugarlas. El enfrentamiento también resalta la evolución tecnológica. Mientras el Atari 2600, con solo 4 KB de ROM, logró funciones avanzadas como enroque y peón al paso, ChatGPT no pudo adaptarse a un juego de estrategia clásico.
