OpenAI confirmó en su sitio de monitoreo de estado que las interrupciones sufridas el miércoles último fueron provocadas por “un patrón de tráfico anormal que refleja un ataque DDoS”.
DDoS significa “denegación de servicio distribuido”. El problema grave se resolvió, pero la API de OpenAI y ChatGPT todavía experimentan un “rendimiento degradado” y la compañía continúa trabajando en ello.
Los usuarios de ChatGPT comenzaron a notar problemas el martes. Los suscriptores de ChatGPT Plus, que acababan de recibir la versión actualizada con tecnología GPT-4 Turbo que integra DALL-E 3 y navegación por Internet, comenzaron a notar problemas con el chatbot que no generaba imágenes y recibía mensajes de error, reportó Mashable.
El miércoles, ChatGPT y la API estuvieron completamente inactivos durante horas. Según la página de estado de OpenAI, el problema se resolvió. Sin embargo, los usuarios siguen teniendo problemas. Down Detector sigue mostrando informes, aunque mucho menos que en los últimos días.
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, inicialmente atribuyó la interrupción a una explosión de tráfico luego de su conferencia de desarrolladores en la que se presentó GPT-4 Turbo y otras características nuevas. A las 13:08 horas ET, Altman publicó en X, “el uso de nuestras nuevas funciones de devday está superando con creces nuestras expectativas”.
Sin embargo, a las 22:49 horas. ET, OpenAI confirmó un ataque DDoS en una actualización del informe de incidentes.
Según la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA), el impacto de un ataque DDoS “podría ser grave e incluir pérdida o degradación de servicios críticos, pérdida de productividad, grandes costos de remediación y graves daños a la reputación”. En otras palabras, es costoso tanto desde el punto de vista financiero como en términos de confianza pública.