
China ha dado un paso firme en su estrategia tecnológica al presentar oficialmente el procesador KH-50000, desarrollado por Zhaoxin. Este avance representa una declaración de intenciones por parte de Beijing y plantea un desafío directo a los fabricantes occidentales. El nuevo CPU se posiciona como el más rápido que ha producido la compañía hasta la fecha y se perfila como una solución viable para centros de datos pequeños y empresas que buscan reducir su dependencia del hardware estadounidense.
La arquitectura del KH-50000 adopta un enfoque MCM (Multi-Chip Module), similar al utilizado por AMD, lo que permite integrar múltiples chiplets en un solo paquete. Esta decisión técnica refuerza la capacidad de China para competir en el mercado de servidores y centros de datos, incluso sin acceso a tecnologías de litografía EUV, que siguen siendo una limitación importante en términos de densidad, rendimiento y eficiencia. A pesar de estas restricciones, el nuevo procesador genera inquietud entre los líderes del sector, como Intel y AMD.
Zhaoxin ha diseñado dos versiones del KH-50000, ambas basadas en la misma arquitectura. La diferencia principal radica en el número de núcleos activos. La versión más potente incorpora 96 núcleos y 96 hilos, sin tecnología SMT. Su frecuencia base alcanza los 2,2 GHz y puede llegar hasta los 3 GHz en modo Boost. Este modelo incluye 384 MB de caché L3 y admite memoria DDR5 ECC de hasta 5.200 MT/s, con una capacidad máxima de 3 TB distribuida en 12 canales.
La segunda versión cuenta con 72 núcleos, una frecuencia base de 2,6 GHz y mantiene el Boost en 3 GHz. Conserva las mismas especificaciones en cuanto a caché y memoria, aunque utiliza chiplets con núcleos inhabilitados por defectos, lo que permite aprovechar componentes que de otro modo quedarían descartados.
Ambas versiones del KH-50000 integran hasta 13 dies, incluyendo 12 chiplets periféricos y un chiplet central de entrada/salida (IOD) de gran tamaño. Este diseño permite una configuración de 2 o 4 vías, según las necesidades del rack y el socket. La interconexión entre procesadores se realiza mediante ZPI 5.0, y el socket LGA tiene dimensiones de 72 mm por 76 mm, lo que resulta compacto considerando la cantidad de núcleos.
El procesador ofrece 128 líneas PCIe 5.0 y 16 adicionales para PCIe 4.0. También incluye soporte para 4 puertos USB 3.2 Gen 2 y 12 conexiones SATA 3.2. En cuanto a funciones avanzadas, incorpora tecnologías de virtualización VT-X, instrucciones SSE 4.2, AVX y AVX2, gestión energética P-State, cifrado ACE, algoritmos SHA-1, SHA-256, SM2, SM3, SM4 y protección NX Bit.
Aunque aún no se han revelado datos concretos sobre el rendimiento del KH-50000, su arquitectura y especificaciones sugieren que podría alcanzar niveles competitivos si logra un IPC aceptable. Incluso sin superar a los procesadores EPYC de AMD o Xeon de Intel, este lanzamiento marca un punto de inflexión en la búsqueda de independencia tecnológica por parte de China. El KH-50000 representa el primer movimiento masivo y tangible en el ámbito de las CPU para servidores, y todo indica que no será el último.
La capacidad de China para fabricar este tipo de procesadores sin acceso a litografía EUV plantea interrogantes sobre lo que podría lograr si contara con esa tecnología. El avance preocupa a Europa y Estados Unidos, que observan cómo Beijing se acerca cada vez más al liderazgo en rendimiento y autonomía tecnológica.