Durante décadas, los usuarios de Windows han utilizado el atajo ALT + Tab para cambiar rápidamente entre ventanas abiertas. Sin embargo, lo que muchos no saben es que esta combinación de teclas guarda funciones ocultas que pueden simplificar aún más la navegación y mejorar la productividad.
Uno de los principales inconvenientes de ALT + Tab es que el menú de selección desaparece al soltar las teclas. Esto puede ser frustrante cuando hay muchas aplicaciones abiertas y se necesita tiempo para elegir la correcta.
La solución es simple: en lugar de ALT + Tab, usar ALT + Control + Tab.
Esta combinación mantiene el selector en pantalla incluso después de soltar las teclas, permitiendo navegar con las flechas y seleccionar la ventana deseada con Enter.
Otro truco poco conocido es cambiar la dirección del selector. Por defecto, ALT + Tab avanza de izquierda a derecha, pero si el usuario se pasa de la ventana que busca, debe recorrer toda la lista nuevamente. Para evitarlo, existe ALT + Shift + Tab, que invierte el movimiento, desplazando el cursor hacia la izquierda. Este pequeño ajuste puede ahorrar tiempo y reducir la frustración al trabajar con múltiples ventanas.
Aunque estos trucos no son ampliamente publicitados por Microsoft, demuestran que incluso las herramientas más básicas de Windows pueden esconder funcionalidades valiosas. Para quienes buscan optimizar su flujo de trabajo, explorar estos detalles ocultos puede marcar la diferencia.
