Elon Musk tiene decidido eliminar cualquier vestigio del antiguo Twitter. La compañía, renombrada como X desde que Musk la adquirió el año pasado, siempre había tenido su sede central en San Francisco, California. Sin embargo, está en proceso de mudarse a otro estado. Concretamente, trasladará su sede central a Austin, en Texas.
Aunque la coincidencia de una “x” en el nombre del estado receptor podría parecer una razón peculiarmente apropiada para Musk, existen motivos más profundos detrás de esta decisión. La realidad es que Elon Musk ha decidido sacar a X de San Francisco en protesta por los recientes cambios legislativos aprobados en California.
El gobernador Gavin Newsom selló una ley que estipula que los centros educativos no informarán a los padres si los niños comienzan a usar distintos pronombres o se identifican con un género diferente al que figura en sus registros escolares. Esta norma tiene la intención de proteger a los jóvenes LGBTQ+ de ser “forzados a salir del armario” ante sus padres o tutores legales. Sin embargo, algunos consideran que esta medida también supone una afrenta a los derechos de los progenitores.
Elon Musk, quien tiene experiencia personal en el tema con uno de sus hijos, se opone firmemente a esta ley. Según Musk, esta legislación es la gota que colma el vaso. “A raíz de esta ley y de muchas otras que la preceden, que atacan tanto a las familias como a las empresas, SpaceX trasladará su sede central de Hawthorne, California, a Starbase, en Texas, mientras que la sede central de X se moverá a Austin”, declaró el empresario.
Musk asegura haber informado al gobernador de California sobre las medidas y sus implicaciones para la comunidad. También menciona que el aumento de la mendicidad y la presencia de “muchos drogadictos violentos” cerca de la sede actual de X ha influido considerablemente en su decisión.
El traslado de la sede marcaría el fin de una era para la compañía anteriormente conocida como Twitter. Su edificio en San Francisco, aunque había sido despojado del icónico cartel de Twitter y del pájaro Larry, seguía siendo un símbolo de la empresa. Los interiores de las oficinas ya habían sido modificados para reflejar la nueva propiedad, incluyendo el cambio de nombres de las salas de reuniones y la colocación de una gran X en la azotea del edificio, lo que generó quejas de muchos vecinos.
La salida de San Francisco representa la pérdida de una gran empresa tecnológica para la ciudad. No obstante, hay que tener en cuenta que Elon Musk ya ha amenazado con trasladar la sede central de la compañía en otras ocasiones, aunque nunca lo llevó a cabo. Sin embargo, esta vez parece más decidido, especialmente cuando en Austin está la sede central de otra de sus empresas, Tesla.