En un mitin que siguió a las ceremonias de inauguración, el presidente Donald Trump sorprendió al público al hacer traer un escritorio al escenario, desde donde firmó una serie de órdenes ejecutivas. La primera de la noche se centró en revocar 78 órdenes de la administración de Joe Biden, incluyendo las directrices de octubre de 2023 sobre inteligencia artificial.
El texto de la orden de Trump declara que “las revocaciones dentro de esta orden serán el primer paso de muchos que tomará el Gobierno Federal de los Estados Unidos para reparar nuestras instituciones y nuestra economía”. Sin embargo, no se ofrece ninguna explicación sobre las selecciones específicas, solo una extensa lista que comienza con “las siguientes acciones quedan revocadas”. Algunas de estas acciones estaban relacionadas con la respuesta continua a la pandemia de COVID-19, mientras que otras abarcaban temas de inmigración, cambio climático y diversidad, equidad e inclusión (DEI).
La orden ejecutiva de Biden había delineado un plan ambicioso para establecer protecciones para el público en general y mejores prácticas para el gobierno federal en relación con la inteligencia artificial. Más específicamente, la orden buscaba nuevos estándares de seguridad y protocolos para el marcado de agua de la IA, así como protecciones de derechos civiles y del consumidor. También planteaba planes para mitigar el impacto en los trabajadores de las empresas que utilizan IA y lanzaba un nuevo portal de empleos federales en busca de “más talento en IA”.
En órdenes ejecutivas singulares emitidas el lunes, Trump también retiró a Estados Unidos del acuerdo climático de París por segunda vez. Durante su primer mandato, ya había tomado esta decisión, pero Biden había reinstaurado la participación de Estados Unidos al asumir el cargo.
Asimismo, revocó la salida de Cuba de la unilateral lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
Este movimiento de Trump marca un giro significativo en la política estadounidense, revirtiendo varias de las iniciativas clave de la administración anterior y generando un debate sobre el futuro de las políticas nacionales e internacionales en áreas críticas como el cambio climático y la inteligencia artificial.
