Esta vez nos corresponde un tema esencial para la transformación digital tan necesaria de nuestra sociedad. La firma digital es un recurso cada vez más utilizado en el ámbito empresarial, administrativo y personal, ya que ofrece múltiples ventajas para la gestión de documentos electrónicos. Entre ellas, se destacan:
- Seguridad: Garantiza la identidad del firmante, la integridad del documento y la no repudiación de la firma. Además, se basa en estándares internacionales y normativas legales que le otorgan validez jurídica.
- Ahorro: Esta reduce los costes asociados al papel, la impresión, el envío y el almacenamiento de documentos. También agiliza los procesos y evita los errores humanos.
- Comodidad: Permite firmar documentos desde cualquier lugar y dispositivo, sin necesidad de desplazamientos ni esperas. También facilita el acceso y la consulta de los documentos firmados.
- Sostenibilidad: Contribuye a la protección del medio ambiente, al disminuir el consumo de recursos naturales y la generación de residuos.
Una firma digital es un mecanismo que permite garantizar la autenticidad, integridad y no repudio de un documento electrónico. Es decir, permite asegurar que el documento proviene de quien dice ser el autor, que no ha sido modificado y que no puede negar su autoría.
En términos generales, un esquema de firma digital ofrece un análogo criptográfico de las firmas manuscritas que, de hecho, proporciona garantías de seguridad mucho más certeras y alentadoras. Estas constituyen una poderosa herramienta y actualmente se aceptan como jurídicamente vinculantes en varios países del mundo; pueden utilizarse para certificar contratos y legalizar una gran cantidad de documentos. A su vez, también permiten la distribución y transmisión seguras de claves públicas y, por tanto, en un sentido muy real, sirven de base para toda la criptografía de clave pública.
La PKI (según las siglas en idioma inglés de infraestructura de clave pública) es un sistema que permite cifrar y firmar datos mediante el uso de certificados digitales. Los certificados digitales son documentos electrónicos que acreditan la identidad de una persona o entidad y que contienen un par de claves: una pública y una privada.
La clave pública se puede compartir con cualquiera que quiera comunicarse con el titular del certificado, mientras que la clave privada se debe mantener en secreto y solo la conoce el titular del certificado. La clave pública se utiliza para cifrar los datos que se envían al titular del certificado, y la clave privada se utiliza para descifrarlos. De esta forma, se garantiza la confidencialidad de la comunicación. La primera se utiliza para verificar la firma digital del titular del certificado, y la segunda se utiliza para generarla. La firma digital es un código que se añade a un documento electrónico y que demuestra que el documento proviene del titular del certificado y que no ha sido alterado. De esta forma, se garantiza la autenticidad e integridad del documento.
La PKI funciona mediante la intervención de una autoridad de certificación (CA), que es una entidad de confianza que emite y valida los certificados digitales. La CA verifica la identidad del solicitante del certificado y le asigna un par de claves. La CA también firma el certificado con su propia clave privada, para que cualquiera que reciba el certificado pueda comprobar que ha sido emitido por la CA.
La PKI también implica la existencia de un registro de certificados revocados (CRL), que es una lista de los certificados que han sido cancelados o que han caducado y que ya no son válidos. La CRL se actualiza periódicamente y se puede consultar para verificar el estado de un certificado.
Todo este proceso en Cuba se encuentra hoy día muy legislado. Mediante el Decreto-Ley No. 370, “Sobre la informatización de la sociedad en Cuba”, y la Resolución 23/2022, “Reglas generales para el establecimiento y empleo de los servicios de firma digital de documentos electrónicos basados en dispositivos y técnicas criptográficas”, del Ministerio del Interior, se establecen los principios y requisitos para el uso de los certificados digitales de la infraestructura nacional de la llave pública. El decreto-ley reconoce la validez jurídica de los documentos firmados digitalmente y los equipara a los documentos firmados manuscritos. De igual forma la resolución anteriormente mencionada establece como etapas para la concepción de este servicio, las siguientes:
- Creación de la firma digital: proceso mediante el cual un funcionario, utilizando la llave privada de cifrado a él asignada y los procedimientos criptográficos definidos, ejecuta sobre un documento electrónico una firma digital;
- Creación del estampado del sello electrónico: proceso mediante el cual un funcionario designado, utilizando la llave privada a él asignada para el cumplimiento específico de esta tarea y los procedimientos criptográficos definidos, estampa en un documento electrónico, que puede estar previamente firmado digitalmente por su autor, el sello, también electrónico, de la entidad; y
- Comprobación de la validez de la firma digital y sello electrónico: proceso por el cual un destinatario que recibe un documento electrónico firmado digitalmente, acuñado electrónicamente o no, puede ejecutar, mediante técnicas seguras en conexión a redes o fuera de ellas, la comprobación de su validez, autenticación e integridad, utilizando los certificados digitales de llave pública, del remitente, del estampador o ambos.
Para poder utilizar la firma digital, es necesario contar con un certificado electrónico, que se puede obtener de diferentes formas, según el tipo de usuario y el nivel de seguridad requerido. La firma digital en Cuba se puede obtener a través de diferentes entidades autorizadas por el Ministerio del Interior, como Softel, Xetid, Datys, Tecnomática y Segurmática. Esta última celebró recientemente su aniversario 29 garantizando la seguridad de sus clientes. Como ejemplo de su aplicación, a través de estas empresas se expiden los certificados digitales a los contribuyentes que necesiten realizar trámites con la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT). De igual forma, estas implementan diversas herramientas que ofrecen buena usabilidad a la hora de firmar los documentos tal es el caso de e-Firma, una aplicación para dispositivos móviles desarrollada por Softel y que se encuentra disponible en el Centro de Aplicaciones para dispositivos Android (Apklis).
La firma digital en Cuba es una herramienta que facilita la informatización de la sociedad y la economía, y que ofrece seguridad, ahorro, comodidad y sostenibilidad a los usuarios. Sin embargo, existen limitaciones y desafíos para su diversificación, los cuales en algunos casos pueden ser tecnológicos, de capacitación y sobre todo la resistencia al cambio. Por ello, es necesario seguir trabajando para mejorar las condiciones que permitan un mejor aprovechamiento de esta tecnología.
Información de Cubadebate
Muy bueno el uso de las firmas digitales pero necesita ser mas inclusivos en el caso de iOS.