Un equipo de investigadores chinos ha desarrollado un nuevo tipo de memoria que combina las propiedades de los metales líquidos y los dispositivos resistivos. Se trata de FlexRAM, una memoria de acceso aleatorio que puede cambiar de forma y adaptarse a diferentes superficies y aplicaciones.
FlexRAM se basa en el uso de galio, un metal que se funde a baja temperatura y que puede oxidarse y reducirse mediante la aplicación de voltajes. Estas reacciones químicas permiten almacenar datos en forma binaria, usando la polarización positiva como 1 y la negativa como 0.
El galio se encuentra dentro de una solución gelatinosa que lo mantiene aislado y flexible. De esta manera, se puede estirar y doblar sin perder su funcionalidad, siempre que no se rompa. Los investigadores se inspiraron en los mecanismos de polarización y despolarización del cerebro humano para crear esta nueva clase de principios de almacenamiento.
FlexRAM, por qué es novedosa
FlexRAM tiene varias ventajas sobre las memorias convencionales. Por un lado, es más ecológica, ya que no usa materiales tóxicos ni genera residuos. Por otro lado, es más versátil, ya que se puede integrar en sistemas informáticos basados en líquidos, flexibles y moldeables. Además, tiene una buena capacidad de retención de datos, una alta velocidad de operación y una gran sensibilidad al tamaño.
Los investigadores han demostrado que FlexRAM puede guardar un byte de datos usando una matriz de ocho gotas de galio. También han comprobado que puede retener datos durante 12 horas con poco o nada de oxígeno, y que puede soportar 3.500 ciclos de escritura y borrado. Asimismo, han observado que cuanto más pequeña es la gota de galio, más sensible es la memoria, lo que facilita su miniaturización.
FlexRAM abre la puerta a un futuro donde la informática se adapta al entorno y al usuario, y donde se pueden crear dispositivos innovadores y personalizados. Desde ropa inteligente, hasta accesorios multifuncionales, pasando por hardware adaptable a superficies y móviles que se ajustan al cuerpo humano, las posibilidades son infinitas.
El trabajo de los investigadores chinos ha sido publicado en la revista Advanced Materials, y representa un avance significativo en el campo de la nanoelectrónica y la informática flexible. FlexRAM es una memoria de ciencia ficción que ya es una realidad en pleno 2024.
