
Un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona ha desarrollado el primer fototransistor capaz de alcanzar un petahercio (PHz), una velocidad un millón de veces superior a la de los transistores utilizados en las CPU actuales. Este hito marca un antes y después en la evolución del hardware, superando las limitaciones que enfrentan los diseños tradicionales basados en silicio.
Mientras compañías como Intel, AMD y NVIDIA compiten por mejorar el rendimiento de sus procesadores y tarjetas gráficas con actualizaciones anuales o bianuales, los fototransistores emergen como una alternativa radicalmente más rápida. A diferencia de los transistores convencionales, que dependen del movimiento de electrones, este nuevo dispositivo utiliza pulsos de luz ultrarrápidos, con una duración inferior a una billonésima de segundo, para manipular electrones en grafeno mediante el efecto túnel cuántico.
Un petahercio equivale a 10^15 hercios, lo que en términos más familiares significa 1.000.000 de gigahercios. Esta velocidad abre la puerta a procesadores con saltos de rendimiento sin precedentes, algo especialmente relevante en un momento en que la Ley de Moore —que predijo el crecimiento exponencial de la potencia computacional— parece haber perdido vigencia.
Aunque aún no está claro cuándo esta tecnología llegará al mercado, su desarrollo representa un rayo de esperanza frente a los desafíos que supone reducir los nanómetros en los chips actuales, un proceso cada vez más costoso y complejo. El futuro de la computación podría estar en la fotónica, y este fototransistor es solo el primer paso.