🎮 Laberinto del Saber: Escapad de la ignorancia

Pantalla de presentación. Fotograma del videojuego.

Todo tiempo pasado es mejor, hasta que nos las arreglamos para revivir nuestros recuerdos y en una terrible decepción, comprendemos que la nostalgia ha modificado nuestra percepción de la realidad. Pero cuando un libro, un film o un videojuego de la infancia no nos hace quedar mal con nosotros mismos es porque, en el fondo, era una buena obra.

Laberinto del Saber entra en esa categoría de pequeñas joyas redescubiertas 15 o 20 años después; un videojuego nacido “en una barriada de La Habana en 1988” cuyas primeras versiones fueron desarrolladas en Turbo Pascal v.3.0 por Yurguen Castillo, graduado de Ingeniería Mecánica en la CUJAE, y Manuel Montesino, graduado de Relaciones Internacionales en el ISRI. Sí, un videojuego cubano en MS-DOS.

Un buen grupo de lectores pudiera desayunarse la noticia de la nacionalidad del juego en este instante. De no ser por algunas preguntas de temática doméstica, Laberinto… pasaba tranquilamente por un juego más dentro de una industria ya consolidada. Tal vez no era excepcional, pero tampoco desentonaba, y eso ya era bastante grande para un país con tan poco desarrollo tecnológico. Aun así, si lo comparamos con Circus Charlie (por no mencionar algunas porquerías didácticas que solo daban deseos de echarse a llorar) Laberinto… clasificaba sin problemas como un buen trabajo.

Sala de la ignorancia. Fotograma del juego.

El juego en sí es sencillo. Un personaje atraviesa diferentes niveles hasta encontrar la salida; una suerte de metáfora de la búsqueda del conocimiento. Claro, dicho así suena fácil, pero huir de un enemigo dentro de un laberinto y ser atacado con preguntas bastante difíciles creaba un estado de ansiedad y cierta emoción en la huida, y finalmente terminábamos rezando para ser interrogados sobre un tema conocido. Además, no había mucho margen para el azar porque las respuestas a escoger eran cinco; en otras palabras, o te movías rápido o te apoyabas en tus conocimientos, pero esto último, si eras un niño… no era tan seguro.

Uno de sus principales aciertos fue ese intergénero: si tu cultura general no estaba a la altura del reto, una buena memoria espacial y ciertos recursos en el mapa te permitían vencer el nivel. Por eso funcionaba tanto para niños como adultos. Seamos sinceros. ¿Cuántos juegos funcionan para un público variado? Incluso si ese es el objetivo, ¿cuántos lo logran? Como dije antes, puede que no resaltara en una época con títulos espectaculares, pero el juego golpeaba en el centro de la diana sin discusión. Por eso es difícil encontrar a alguien cuyo trabajo estuviese relacionado con computadoras a principio de los noventa y no conociese el juego.

Laberinto del Saber fue premiado en la categoría Juegos Didácticos en las Ferias de Informática realizadas en La Habana, Cuba, en 1988 y 1990, y años más tarde, de disquete en disquete, se convirtió en uno de los clásicos de los gamers cubanos. El juego volvió a la vida en febrero del 2013 como una aplicación de Facebook con el nombre en inglés de Maze of Knowledge. El proyecto fue desarrollado por Ernesto de la Barrera y Manuel Montesino. El juego no tuvo mucho éxito; quizás el cambio de tiempos, quizás la adaptación no fue la mejor. La verdad, no pude jugarlo en ningún momento; pero si pensamos en los Candy CrushJewel Galaxy o Temple RunLaberinto… estaba un poco fuera de contexto. Era más bien una versión para nostálgicos o para un nicho muy específico.

Primer laberinto. Fotograma del videojuego.

En un intento de hacer de este trabajo el mejor homenaje posible, traté de contactar con los creadores. El bendito Google me llevó a foros de gamers nostálgicos y amantes de una época dominada por LucasArt, y entre tanta veneración Monkey Island encontré algunas personas que hacían referencia a Laberinto del Saber y pedían una forma de obtenerlo. Manuel Montesino dejó varios enlaces en diferentes sitios donde se podía encontrar y así logré descargarlo. En muchos de esos foros Manuel dejó su correo electrónico. Le escribí en numerosas ocasiones pero jamás recibí un correo suyo.

Eso fue hace unos seis meses, quizás menos. Siempre que abría el gmail tenía la muy remota esperanza de tener una respuesta, pero nada. Terminé por perder la esperanza de encontrar a los creadores.

Varios meses después, a través de la página de Maze of Knowledge en Facebook, pude contactar con Yurguen Castillo, el otro creador, quien se mostró muy dispuesto a responder cualquier pregunta que yo necesitase. Así me enteré de que Manuel Montesino había fallecido. Al cabo de unos días, Yurguen me envió las respuestas a un pequeño cuestionario. En un inicio pensé utilizarlas para enriquecer el trabajo, pero luego me pareció mejor dejarle hablar, que él mismo contase una parte de su historia, que a la larga, es un pedacito de la historia de los videojuegos en Cuba.

¿Por qué crearon el Laberinto del Saber? ¿Por qué hacer un juego didáctico?

Teclado MSX-BASIC. Imagen tomada de Space Invader

Ubiquémonos un poco en contexto antes. A mitad de los 80 aparecieron las primeras computadoras en algunas escuelas y universidades; me refiero a los “teclados inteligentes” con MSX-Basic (Toshiba, Panasonic) que había en aquel entonces. Los monitores eran en blanco y negro, y tenían como base un televisor Caribe (KRIM).

Estudiábamos en el IPVCE Vladimir I. Lenin y teníamos clases de computación todas las semanas, un desafío para alumnos y profesores porque aprendíamos ambos casi a la par. Ahí empezamos a aprender a programar en BASIC (Código simbólico de instrucciones de propósito general para principiantes, por sus siglas en inglés). Con las computadoras personales (PC), modelos XT, nos acercamos a otros lenguajes de programación. Lo más simple fue familiarizarnos con QBasic y después descubrimos Turbo Pascal.

En la universidad nos enteramos que los Joven Club de Computación estaban por lanzar un concurso con un tema de Informática Educativa y como premio ofrecían un teclado MSX-Basic al ganador. No lo pensamos dos veces y nos pusimos a programar lo que terminó por ser la versión 2.0 del Laberinto del Saber. Nunca hubo una versión 1.0, pero nos sonaba mejor comenzar con la segunda parte.

Hicimos Laberinto… para ganar la computadora del premio, esa fue la motivación inicial y única. Éramos dos y había un solo premio, pequeño detalle ¿no?, pero eso no importaba…

Pantalla de pregunta. Fotograma del videojuego.

Hasta cierto punto, el juego funciona tanto para adolescentes y adultos. ¿Lo pensaron de esa forma? ¿Por qué?

La meta era hacer un juego didáctico, el público no era una preocupación para nosotros; solo queríamos ganar el primer premio. Nos interesaba hacer algo que no solo fuera entretenido y desafiante, sino que dejara una experiencia al usuario después de haberlo jugado.

Que los padres de muchos niños y jóvenes disfrutaran también del juego fue una sorpresa para nosotros. Llegar a una empresa y ver a alguien jugando Laberinto del Saber nos provocó más de una sonrisa en esos tiempos. Claro, ninguno de ellos tenía idea de quién lo había programado.

¿Qué referencias tuvieron a la hora de realizar el videojuego?

No conocíamos ningún juego similar en esa época ─hablo de juegos educativos─; para nosotros la meta a lograr eran los juegos tipo Scumm (utilidad de creación de scripts para Maniac Mansion, por sus siglas en inglés) desarrollados por LucasArts, del tipo Indiana Jones, la saga de Monkey IslandLoom, y Sam & Max. Nos hubiera gustado poder realizar un juego como esos. Llegamos a hacer pruebas con unas bibliotecas de Turbo Pascal para algo parecido, pero el tiempo y nuestros compromisos laborales y personales no nos permitieron avanzar por ese camino.

¿Cómo se distribuyó el juego?

El juego se copiaba entre amigos y conocidos. No perdamos de vista que tener una PC en casa era algo fuera serie en la Cuba de los años 80 y 90; y hoy aún lo es. En un inicio podía ser copiado en un floppy de 5¼, y luego en los discos de 3½. Y el juego ocupaba menos de 500 kilobytes de espacio en disco.

Alguna edición de lujo contó con un empaquetado exclusivo (artesanal y hecho a mano por nosotros), pero solo se presentaron en el evento de los Joven Club, y en el Palacio de las Convenciones en la Jornada de Informática Educativa donde participamos en 1992.

Pantalla de explicación del juego. Fotograma del videojuego.

¿Por qué mezclar un juego de trivia con uno de laberinto? ¿Cómo surge esa idea?

Debía funcionar para aprender y no solo ser un “matar marcianos”; no podíamos presentarlo si no era educativo. El concepto del Trivial Pursuit (juego de mesa) nos pareció interesante y nos basamos en este.

¿Trabajaron en algún otro juego?

Antes del Laberinto del Saber no habíamos programado juegos. Después vino la versión EGA/VGA y los gráficos mejoraron comparados con los iniciales; se podía elegir en una paleta de más colores y mejor resolución.

Durante un tiempo trabajamos en una versión Laberinto del Saber Especial; era una colaboración con una escuela de Marianao, La Habana, cerca de Tropicana, para niños con capacidades especiales. Era una versión más simple del juego, con una sola pantalla por laberinto y con preguntas diseñadas por los profesores de esa escuela. No recuerdo cómo quedó ese proyecto pero hubiera sido lindo haberlo mejorado con el tiempo y masificado a otras escuelas.

También le agregamos al juego un Editor de Preguntas para Laberinto del Saber para dar la posibilidad de crear bases con preguntas en la medida de las necesidades del profesor, padre o quien quisiera perfeccionar un tema en particular. Hicimos algunas bases de preguntas más específicas como una de matemáticas (la llamamos MatLab) y otra sobre países (MundoLab). Al comenzar la partida podías elegir qué base cargar y jugabas los laberintos con las preguntas específicas.

¿Tuvieron algún tipo de retroalimentación una vez el juego alcanzó la fama?

Solo después de salir de Cuba conocimos a otros fanáticos y/o nostálgicos que tuvieron acceso al Laberinto… en los 90. Sí pudimos ver que se jugó mucho en los Joven Club de Computación.

¿Por qué realizaron actualizaciones del juego?

Con el tiempo todo evoluciona y aparecen nuevas tecnologías. La segunda versión del Laberinto (3.1) salió entre 1993 y 1994 y utilizó los colores y la resolución que nos brindaban las placas de video EGA/VGA de esos años. Las modificaciones no fueron muchas (no fue necesario hacer todo desde cero), pero más colores significaba una mejor experiencia para el jugador. Algo que muy pocos pudieron probar en esa época fue jugar utilizando un joystick para PC, ese también fue un plus que agregamos.

Una pregunta de fanático. En la versión 3.1, al comenzar el sexto laberinto no es posible moverse en ninguna dirección, el jugador está encerrado entre cuatro bloques. ¿Es un bug o existe una solución?

Laberinto número seis, donde la tecnología nos juega una mala pasada. Fotograma del juego

No, no es un bug, solo que la “evolución tecnológica” nos jugó una mala pasada al cabo del tiempo. Los teclados de las computadoras XT que tenían 10 teclas de función (F1F10) no tenían las 4 teclas del movimiento del cursor aisladas del teclado numérico. Si necesitabas mover el cursor horizontal, vertical o diagonalmente debías tener desactivado el teclado numérico para desplazarte (8 y 2 vertical, 4 y 6 horizontal, y 7, 3, 9 y 1 para las diagonales).

Con los teclados AT, de 101 teclas, aparecieron las 12 teclas de funciones (F1F12) y además las 4 teclas para mover el cursor en dirección vertical y horizontal, aisladas del teclado numérico. Con el mayor uso del mouse gracias a la interfaz gráfica del Windows se empezó a utilizar cada vez menos el teclado numérico para mover el cursor en documentos y aplicaciones. Y para moverse en los documentos se generalizó el uso de las 4 teclas del cursor, no las del teclado numérico.

Si quieres avanzar en el sexto laberinto debes moverte diagonalmente entre los bloques azules usando el teclado numérico. Utilizando un joystick también podrías salir de esa posición. Esto es muy útil en otros laberintos para moverte de manera diagonal.

¿Por qué hicieron una versión actual del juego?

La versión para Facebook fue idea de Manuel Montesino; él conoció a Ernesto de la Barrera, muy buen programador, y lo convenció de alguna manera para “actualizar” el Laberinto del Saber a los tiempos actuales y a la era de Internet. Habían pasado más de 20 años y trabajaron muchísimo para llegar a sacar la versión de Facebook. Fue un trabajo excelente.

Lamentablemente el año pasado Manuel perdió la vida en un accidente de tránsito, y yo quedé sin un amigo y hermano de la vida. Él fue el principal impulsor del nuevo proyecto del Laberinto del Saber para las redes sociales, junto con Ernesto; con la pérdida de Manuel el proyecto quedó parado, al menos por ahora. Tal vez más adelante podamos retomarlo; o tal vez les corresponda a nuestros hijos hacer la nueva versión ¿quizás en 3D?

Acá pueden descargar el juego

P.D.: Mil disculpas a todos los lectores. Olvidé colocar un enlace para descargar un emulador para abrir y ejecutar el juego. También les dejo una pequeña guía para quienes no recuerden cómo montarlo. Una vez más, me disculpo por el desliz monstruoso.

Aquí puede descargar Laberinto desde nuestra intranet.

(Tomado de Cachivache Media)

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