En 2020 Miquel Durán, profesor de química y entusiasta divulgador, y yo mismo adaptamos los cálculos de Carroll a un esquema gráfico en el que para determinar el día de la semana en que cae una fecha no hay más que contar con los dedos. Este es nuestro calendario perpetuo:
Calendario perpetuo.
Elija el año. Atención, los años bisiestos están escritos con tinta blanca. Ponga su dedo índice sobre el año elegido.
Busque el mes. Verá un número debajo del mes. Muévase en el sentido de las agujas del reloj tantos pasos como indica el número que está bajo el mes.
Muévase en el sentido de las agujas del reloj tantas veces como indique el número del día de la fecha que ha elegido.
Precaución: si el año elegido era bisiesto y el mes es enero o febrero, debe moverse una posición hacia atrás.
El lugar donde está ahora su dedo índice indica el día de la semana en que cae la fecha elegida.
El orden de los días
El día 1 de enero de 2025 es miércoles, el día de Mercurio.
El origen del nombre de los días de la semana es bastante conocido: Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus. Sábado y domingo nos descuadran la idea astronómica por tratarse de nombres religiosos : el Sabbat y el Dies Domini. En latín sí estaban las referencias a Saturno y Sol, que se mantienen en inglés todavía hoy.
Rob Eastaway comenta en su libro How Long is a Piece of String la razón del orden en el que aparecen los días de la semana. Los datos conocidos de los que partimos son los tiempos que tardan los objetos celestes, desde nuestro punto de vista, en dar una vuelta y volver a la posición inicial : Saturno tarda 28 años; Júpiter, 12 años; Marte, 687 días; el Sol, 365 días; Venus, 225 días; Mercurio, 88 días, y la Luna, 28 días. Podríamos haber puesto los nombres de los días de la semana por este orden y haber acabado, pero ese no es el orden que utilizamos.
La clave del orden en el que aparecen mencionados los días de la semana se debe a que los babilonios nombraron las horas, no los días , según los periodos de las órbitas, de mayor a menor. Así, escribieron las 24 horas del día asignando esos nombres:
En vertical las horas, en horizontal los siete días de la semana. La primera hora del primer día de la semana fue asignada a Saturno y las siguientes a Júpiter, Marte, el Sol, Venus, Mercurio y la Luna respectivamente. La primera hora del segundo día de la semana se asignó al Sol, manteniendo la misma rotación el resto de las horas y días.
Si nos fijamos en una línea cualquiera de esa tabla veremos el orden habitual en el que aparecen los días de la semana.
El final de un año y el principio de otro nos evoca muchos sentimientos: hacemos balance de lo que ha pasado y también propósitos para el nuevo periodo que comienza. Podríamos hacerlo en cualquier momento pero, como todo ritual, bien merece una ocasión solemne.