En un reciente comunicado, Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, ha expresado su confianza en que la compañía está en el camino correcto para desarrollar la inteligencia general artificial (AGI) tal como se ha entendido tradicionalmente en la industria tecnológica. Altman anticipa que este año, los agentes de inteligencia artificial capaces de realizar tareas de manera autónoma podrían comenzar a transformar significativamente la productividad de las empresas.
El anuncio fue realizado a través de una publicación en el blog de OpenAI, donde Altman reflexionó sobre el pasado y el futuro de la empresa. Según él, el próximo objetivo de OpenAI es alcanzar la “superinteligencia en el verdadero sentido de la palabra”. Altman destaca que, aunque están satisfechos con sus productos actuales, su verdadera misión es avanzar hacia un “futuro glorioso”. Las herramientas superinteligentes, según Altman, podrían acelerar enormemente el descubrimiento científico y la innovación, superando lo que la humanidad puede lograr por sí sola, y aumentando así la abundancia y la prosperidad.
La descripción de Altman sobre la superinteligencia, definida como agentes de inteligencia artificial que superan la inteligencia humana, se asemeja a cómo OpenAI describió anteriormente la AGI: “sistemas de inteligencia artificial que son generalmente más inteligentes que los humanos”. OpenAI ha reiterado que su objetivo fundamental es desarrollar un sistema de AGI que “beneficie a toda la humanidad”. Sin embargo, Altman ha intentado moderar las expectativas sobre la AGI, afirmando que su impacto podría ser menor de lo que se piensa.
Esta redefinición de la AGI podría beneficiar a OpenAI, dado que la empresa mantiene acuerdos de exclusividad con Microsoft desde 2023, vigentes hasta que OpenAI declare oficialmente que ha logrado la AGI. No obstante, informes sugieren que Microsoft clasifica la AGI como un sistema capaz de generar 100 mil millones de dólares en ganancias, lo que podría complicar esta estrategia.
Aunque se rumorea que OpenAI planea combinar sus modelos de lenguaje para ofrecer una solución de “AGI”, la empresa aún no es rentable. Altman también ha señalado que actualmente están perdiendo dinero con las suscripciones de ChatGPT Pro, que cuestan 200 dólares al mes.
“Las personas lo utilizan mucho más de lo que esperábamos”, escribió Altman en varias publicaciones en X. “Personalmente elegí el precio y pensé que ganaríamos algo de dinero”.
Altman no aborda directamente el acuerdo de reparto de beneficios con Microsoft en su publicación, pero sí reflexiona sobre los confusos eventos que llevaron a su despido como CEO de OpenAI, su contratación por Microsoft, y su posterior regreso a OpenAI en noviembre de 2023. Desde entonces, Altman ha consolidado su poder en OpenAI, que planea pasar de ser una organización sin fines de lucro a una con fines de lucro este año.
“Todo el evento fue, en mi opinión, un gran fracaso de gobernanza por parte de personas bien intencionadas, incluyéndome a mí”, comentó Altman. “Mirando hacia atrás, ciertamente desearía haber hecho las cosas de manera diferente, y me gustaría creer que soy un líder mejor y más reflexivo hoy que hace un año. Una buena gobernanza requiere mucha confianza y credibilidad. Aprecio la forma en que tantas personas trabajaron juntas para construir un sistema de gobernanza más fuerte para OpenAI que nos permite perseguir nuestra misión de asegurar que la AGI beneficie a toda la humanidad”.