OpenAI introdujo una nueva herramienta de codificación asistida, llamada Codex, directamente en su popular plataforma ChatGPT. El anuncio, realizado hace unos días, ha generado tanto entusiasmo como preocupación entre desarrolladores, pues la herramienta promete simplificar tareas complejas de programación, incluso para aquellos con poca experiencia.
Codex es una función adicional dentro de ChatGPT, permitiendo a los usuarios introducir instrucciones en lenguaje natural y obtener código funcional con solo presionar un botón. Según OpenAI, la herramienta puede leer, editar archivos informáticos, ejecutar comandos y analizar bases de código existentes para responder preguntas técnicas. Todo esto se realiza en un entorno aislado, cuyos resultados pueden exportarse posteriormente a plataformas como GitHub.
La compañía asegura que el proceso es completamente auditable, ofreciendo a los usuarios registros detallados de cada acción realizada, lo que facilita el seguimiento y la verificación del trabajo generado. Sin embargo, aunque OpenAI destaca las ventajas de Codex en términos de eficiencia, también ha surgido el debate sobre su posible impacto en el mercado laboral. Si una herramienta permite a programadores junior realizar tareas avanzadas con mínima supervisión, ¿qué pasará con los ingenieros más experimentados?
Otro punto de discusión es la seguridad. Ante la posibilidad de que Codex sea utilizado con fines maliciosos, como la creación de malware, OpenAI afirma haber implementado medidas de protección para bloquear solicitudes sospechosas. No obstante, los detalles técnicos de estas salvaguardas no han sido revelados en su totalidad, dejando algunas dudas sobre su efectividad, según señala Gizmodo.
Por ahora, Codex está disponible en fase de prueba para usuarios suscriptores de ChatGPT Pro, Enterprise y Team, sin coste adicional. OpenAI planea expandir su acceso en el futuro, aunque advierte que podrían aplicarse límites de uso y modelos de pago flexibles según la demanda.
