Dos científicos han sido galardonados con el Premio Nobel de Física “por descubrimientos e invenciones fundamentales que permiten el aprendizaje automático con redes neuronales artificiales”. John Hopfield, profesor emérito de la Universidad de Princeton, ideó una memoria asociativa que es capaz de almacenar y reconstruir imágenes y otros tipos de patrones en datos. Geoffrey Hinton, quien ha sido apodado el “Padrino de la IA”, es pionero en una forma de encontrar propiedades de forma autónoma en los datos, lo que llevó a la capacidad de identificar ciertos elementos en las imágenes.
“Los avances de los laureados de física de este año se asientan sobre los cimientos de la ciencia física. Han mostrado una forma completamente nueva de usar las computadoras para ayudarnos y guiarnos para abordar muchos de los desafíos que enfrenta nuestra sociedad”, escribió el comité en la red social X. “Gracias a su trabajo, la humanidad ahora tiene un nuevo elemento en su caja de herramientas, que podemos elegir usar para buenos propósitos. El aprendizaje automático basado en redes neuronales artificiales está revolucionando actualmente la ciencia, la ingeniería y la vida cotidiana”.
Sin embargo, Hinton se ha preocupado por el aprendizaje automático y su posible impacto en la sociedad. Formó parte del equipo de inteligencia artificial de aprendizaje profundo de Google (Google Brain, que se fusionó con DeepMind el año pasado) durante muchos años antes de dimitir en mayo de 2023 para poder “hablar libremente sobre los riesgos de la IA”. En ese momento, expresó su preocupación por el hecho de que la IA generativa provocara un tsunami de desinformación y tuviera el potencial de acabar con puestos de trabajo, junto con la posibilidad de que surgieran armas totalmente autónomas.
Aunque Hinton reconoció la probabilidad de que el aprendizaje automático y la IA mejoren la atención médica, “va a superar a las personas en capacidad intelectual. No tenemos experiencia de lo que es tener cosas más inteligentes que nosotros”, dijo a los periodistas, según The New York Times. Dicho esto, Hinton, ganador del Premio Turing y profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Toronto, se quedó “atónito” al enterarse de que se había convertido en un premio Nobel.
