📽 Ordenamos las 27 películas de Pixar de peor a mejor

Foto: Devian Art

Pixar forma parte de nuestra infancia. Bueno, seamos más universales, de nuestra vida. Porque lo bueno no tiene edad y una de las muestras más claras de ello es el conjunto de películas de la mítica compañía del flexo. Desde que hace ya más de 25 años conquistaran al mundo entero con el primer largometraje de animación 3D, nada menos que Toy Story, la compañía propiedad de Disney nos ha dado clásicos para todos los gustos.

Aunque las secuelas (excepto una) bajan mucho el nivel de la mayoría de producciones originales de Pixar, nos vienen a la mente mil y una secuencias con las que reír o llorar solo con recordarlas. Su triunfo significó, además, el dominio de la animación digital sobre la tradicional de estudios como Ghibli, de los que son, eso sí, fans declarados.

El cine de Pixar, como el de Ghibli, genera mucho consenso. Es raro encontrar alguien que no sea fan de alguna de sus películas y es que la mayoría forman parte de nuestro crecimiento y, lo más importante, no nos dejan nunca. Porque Pixar ha fundamentado su identidad es películas para toda la familia, literalmente. Sí, no en películas infantiles sino en películas capaces de gustar y tener algo para todos. Encantadores mensajes, maduras reflexiones, puro imaginario visual… Pixar afronta los problemas de los adolescentes, pero también de los niños, los adultos e incluso los ancianos. Pixar apunta hacia nuestro corazón alimentando nuestra mente y por eso cada uno de sus estrenos supone una marca en el calendario para millones de personas.

Hemos llegado incluso a visitar los estudios de Pixar en San Francisco para empaparnos de su cultura de trabajo y para descubrir cómo se hacen las películas que tanto nos gustan, conversando con sus empleados y visitando sus instalaciones. Una ciudad en miniatura con anfiteatro al aire libre, piscina con agua salada, cancha de baloncesto, campo de césped de fútbol (del de verdad, no de fútbol americano), gimnasio, comedor, sala de cine, tienda de souvenirs, mesas puestas al sol en clave de terracita…

Ahora, con el estreno de Elemental y tras más de un cuarto de siglo de películas es una buena ocasión para hacer cuentas. En esta entrada reunimos y comentamos todos y cada uno de los largometrajes de Pixar. Es más, lo hemos actualizado con cada estreno desde que lo publicamos, con el estreno de Onward. Como con Ghibli, también los ordenamos de mejor a peor pero eso es solo para darle vidilla al asunto y que podáis ver y pensar si estáis o no de acuerdo con tu opinión. Si te gustan mucho todas, mejor que mejor.

27: Cars 2 (John Lasseter y Brad Lewis, 2011)

Foto: Disney Pixar

Los coches regresaron con una segunda parte en donde el principal interés es el jugo que se le saca a Mate, el secundario más querido de la primera entrega. Más allá de la competición de Rayo McQueen, ‘Cars 2’ se centra en el personaje cómico de la grúa y su disparatada incursión en el mundo del espionaje, a lo Inspector Clouseau con Chica bond incluida. Más allá de los fans de Mate y las carreras de Rayo, una de las películas más flojas de Pixar.

26: Los increíbles 2 (Brad Bird, 2018)

Foto: Disney Pixar
Volvieron Los increíbles y lo hicieron repletos de maravillosas secuencias de acción y una animación frenética. Sin embargo, toda la película acaba resultando una muestra de corrección política demasiado exagerada. Además de los poderes de Jack-Jack, que ya habíamos visto en el corto de 2005 Jack-Jack ataca, parece que lo único que preocupa a Los increíbles 2 es desgranar su núcleo familiar, frustrando a la figura masculina, Mr. Increíble, a una paternidad imposible, reivindicando al personaje de la madre, Elastigirl, como si todos los demás no debieran importarnos. En cuanto a la inventiva, se limitó a los poderes del bebe de los Parr y a un villano basado, oh sorpresa, en las nuevas tecnologías.
Los increíbles 2 es una segunda entrega que parece diseñada para corregir cualquier crítica remotamente achacable a su primera parte. Puede que logre esa pretendida “actualización”, pero pierde por goleada en todo lo demás.

25: Cars 3 (Brian Fee, 2017)

Foto: Disney Pixar

Solo el amor de John Lasseter, jefazo de Pixar hasta el #MeToo, justifica que Cars llegase a trilogía, pero aquí estamos. Brian Fee se encarga de volver a situar las carreras en la entrega más deportiva de la saga, en la que un anticuado Rayo McQueen deberá reinventarse para ponerse a la altura de la nueva generación de coches. Como si fuese una película de Rocky, el sorprendente entrenamiento de McQueen acaba tratando en realidad de pasar el testigo. No es una mala despedida para la saga menos apreciada de Pixar. Aunque no era muy difícil, mejoró a la segunda.

24: Monstruos University (Dan Scanlon, 2013)

Foto: Disney Pixar

La película original tenía una historia tan redonda que hubiese sido imposible volver a ella sin recurrir, y estropear, la despedida de Boo. Por eso Scanlon y su equipo nos regalaron esta precuela sobre cómo se conocieron Mike y Sully. La extraña pareja más divertida de Pixar nos regala muchas risas en esa serie de tópicos de películas adolescentes y universitarios, cuyo principal interés es ver la adaptación de tanto lugar común al mundo de los monstruos.

23: Lightyear (Angus MacLane, 2022)

Foto: Disney Pixar

Puede que Pixar y, especialmente, todo lo relacionado con Toy Story nos haya puesto el listón muy alto, pero no podemos evitar poner cierta mueca cuando vemos que en Lightyear no hay nada que vaya al infinito, ni tampoco más allá. Con toques de Interstellar y Star Wars, Pixar ha creado este spin-off sobre el héroe galáctico que cumple, pero que parece tachar cual quiniela de responsabilidades los momentos emotivos (cita a Up mediante) y humorísticos de la cinta. El talento de la compañía sigue aquí, y una muestra es el gato robot, su humor y su animación corporal y facial tan fantástica, pero hay poca vida en el espacio para este Buzz.

22: Buscando a Dory (Andrew Stanton y Angus MacLane, 2016)

Foto: Disney Pixar

Al igual que Cars 2 se podría haber llamado Mate, aquí Pixar tiró de uno de sus personajes secundarios más populares para crear una película de éxito. La escasa memoria de la protagonista fue la excusa fundamental para sacarnos el momento sensible marca de la casa a través de su desconocido árbol familiar. Por mucho que nos guste Dory, Pixar sabe hacer cosas mejores que utilizar sus habilidades en un producto que parece diseñado por un estudio de mercado. Eso sí, el pulpo Hank, conductor de carricoches y camiones, siempre en mi equipo.

21: El viaje de Arlo (Peter Sohn, 2015)

Foto: Disney Pixar

Si Inside Out fue la cara, El viaje de Arlo fue la cruz de Pixar en aquel potente 2015. Pero la comparativa con su coetánea la ha perjudicado demasiado. La historia del dinosaurio cobarde y el niño salvaje y valiente que se protegen y enseñan mutuamente es interesante, y un buen punto de partida para la aventura que les depara a continuación. La animación, que creo un paisaje hiperrealista nunca antes visto, es parte indisoluble del interés de la cinta. Sin embargo, el choque de los personajes de línea cartoon con esos fondos realistas no acabó de encajar a nadie.

20: Red (Domee Shi, 2022)

Foto: Disney Pixar

Domee Shi se ganó debutar en el largometraje con Pixar tras realizar con Bao uno de los cortometrajes más originales de la compañía. Escrita por la directora y Julia Cho, ambas mujeres asiáticas decidieron dar a Pixar una propuesta diferente, tal y como ellas lo son al mando de un proyecto de la compañía. El resultado es una metáfora muy obvia sobre la pubertad femenina y la llegada de la menstruación. Y no solo eso, si no que lo localizan en el centro de una familia asiática muy tradicional, con una madre exigente y controladora (diríamos que es un tópico asiático si no supiesen, entendemos, ellas más que nosotros).

Sin embargo, la historia de esta chica que se convierte en un enorme panda rojo cuando se excita o se cabrea acaba siendo uno de los proyectos originales más flojos de Pixar. Siempre nos quedan los chistes con el grupo de amigas, lo mejor de la película junto a las bromas con la boy band (con música de Billie Eilish). Pero a Pixar le pedimos algo más de asombro, imaginación y coherencia que ese tramo final en una película que va a peor cuanto más trata su premisa principal.

19: Luca (Enrico Casarosa, 2021)

Foto: Disney Pixar
La aventura italiana con la que Disney+ pretende conquistar el verano de 2021 viene precedida de un queerbating en el que Disney es ya todo un maestro. Pero más allá de que la historia tenga menos de Call Me By Your Name de lo que algunos pensaban, el problema de Luca es que parece hecha con el piloto automático de Pixar. Es imposible no disfrutar de ese verano costero italiano, de esos colores, del azul, de la pasta o de los nombres transalpinos.
Sin embargo, Luca parece dedicarse a tachar lo que saben desde Pixar que funciona, una bonita y emotiva historia familiar sobre la aceptación de las diferencias. A todos nos alegrará la tarde ver Luca, pero a una producción original de la compañía del flexo se le debe de exigir un mínimo de nuevas ideas, especialmente en una película que parecía que iba a romper moldes (al menos en cuanto a la representación LGTBI) y ha acabado siendo la película más tradicional del estudio.

18: Bichos (John Lasseter y Andrew Stanton, 1998)

Foto: Disney Pixar

Muchos no saben que esta película es un remake no oficial de Los siete samuráis y no le tiene nada que envidiar a otra célebre relectura del clásico, Los siete magníficos. Unos campesinos son asaltados cada año por bandidos. Desesperados, un pequeño grupo parte a la ciudad en busca de siete guerreros que les libren de los malhechores. Aquí, claro, los campesinos son hormigas y los samuráis resultan ser bichos de circo. Algo denostada tras la ristra de obras maestras que nos deparó el Pixar de principios de siglo, la belleza narrativa del estudio, su humor y el carisma de algunos personajes siguen muy vivos.

17: Onward (Dan Scanlon, 2020)

Foto: Disney Pixar

Pixar regresa con esta historia familiar que nos recuerda un poco al mundo de Monstruos S.A. Nos trasladamos a un universo repleto de criaturas mágicas que, sin embargo, han olvidado cualquier atisbo de la misma. Ian y Barley son dos jóvenes elfos que se aventurarán en una peligrosa búsqueda para hallar la magia que les permitiría pasar un día con su padre, que falleció cuando eran muy pequeños. Pixar vuelve a lograr la emotividad final con una historia familiar que, sobre todo, trata del amor fraternal y la confianza y deber de ser uno mismo. Aunque no pasará a engrosar la lista de lo mejor del estudio, su retrato del mundo moderno es tan certero como gracioso y emotivo.

16: Cars (John Lasseter, 2006)

Foto: Disney Pixar

Lasseter, el gran creador y alma máter del estudio, parecía alejarse de la primera línea creativa de su criatura tras la segunda entrega de Toy Story 2. Sin embargo, cayó enamorado de Rayo McQueen y sus compañeros. Podríamos decir que Cars es un relato sobre la humildad, el peligro de la soberbia, y sobre la fama y la belleza detrás de una verdadera amistad. Pero lo cierto es que lo verdaderamente guay de la película, aunque el tiempo lo haya ido desmereciendo, es ver la animación de estos coches a gran velocidad, tomando curvas con su rostro, digo, parachoques.

15: Toy Story 2 (John Lasseter, Ash Brannon y Lee Unkrich, 1999)

Foto: Disney Pixar

Dicen que fue Disney, nada más adquirir la compañía, la que obligó a este remake, que tuvo poco tiempo para planearse y varias disputas creativas. El resultado fue una decepción para muchos fans pero, siendo sinceros, gran parte de la reacción negativa vino del contexto. Puede que no esté a la altura de sus dos compañeras de trilogía, pero es de las mejores segundas partes de la compañía. El personaje del colector lleva a Woody a un mundo mucho más amplio e interesante, y nos explica su carácter de juguete retro, fundamental en su comparación con Buzz. Más allá de eso, esta película valdría la pena únicamente por el personaje de Jessie, digna heredera de la estrella de sheriff.

14: Brave (Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell, 2012)

Foto: Disney Pixar

Disney pareció querer aportar su granito de arena diferencial al mundo de las princesas con la historia de Mérida. Aunque la presencia de Brenda Chapman en el trío de directores se vendió, junto con el argumento, como una especie de deuda saldada con la presencia femenina del estudio, la verdad es que las virtudes de la historia están en lo de siempre. Brave es una historia de crecimiento personal, de autodescubrimiento, todo un coming of age ayudado por el bello paisaje escoces y una trama con sorpresa incluida. Casi una década después, el pelo de la protagonista siga siendo un hito de la animación.

13: Toy Story 4 (Josh Cooley, 2019)

Foto: Disney Pixar

Toy Story 3 cerró un ciclo de manera tan redonda que muchos temían que esta cuarta entrega lo estropease. Pero lo cierto es que, más que el espíritu de una secuela, esta cuarta edición es casi un capítulo especial en las vidas de los míticos protagonistas. Por ella pasan la road movie o el terror, pero sobre todo es una forma de ampliar el mundo con el que Pixar nació, esos juguetes que cobran vida para ayudar a sus dueños a toda costa. Lo volvió a hacer, dándole a Woody un capítulo amoroso a la vez que demostraba algo que se quedó pendiente en la tercera. Él siempre será de Andy y, si no, será de todos.

12: Soul (Pete Docter y Kemp Powers, 2020)

Foto: Disney Pixar

Estrenada directamente en Disney +, Soul tiene uno de los diseños visuales más interesantes del universo Pixar, desde el mundo abstracto y conceptual del más allá y el “más atrás” hasta el hiperrealismo del mundo de los vivos. Sin embargo, lo que recordaremos con el paso de los años de esta historia será la compleja sencillez de su moraleja jazzistica. Una que podemos definir como todo lo contrario a la de la filmografía de Damien Chazelle.

Soul es una ventana para poner cara y voz a nuestros deseos, nuestro talento y nuestros sueños, pero cuando se vuelve reveladora es precisamente cuando los deja a un lado para que apreciemos el día a día. Puede que no alcance las cotas de emotividad de lo mejor de Pixar, pero desde luego sí que lo hace en inteligencia y ambición. Que nunca se nos olvide “jazzear”.

11: Elemental (Peter Sohn, 2023)

Foto: Disney Pixar

La trama de Elemental, la primera comedia romántica de Pixar, es tan antigua como el propio cine: dos personajes de culturas diferentes y opuestas se vuelven amantes en secreto, y la revelación de su amor ayuda a cerrar la brecha ideológica y social entre las personas de su entorno.

Elemental sigue a los personajes Candela y Nilo, personajes que, literalmente, son fuego y agua. Después de un encontronazo, los dos se embarcan juntos en una misión para descubrir un misterio que azota el vecindario del barrio de Fuego, pero lo que realmente importa es el vínculo que comienzan a construir. Tanto que ni siquiera hay un “malo” como tal en la película. El protagonista es el romance, y el villano son ellos mismos: sus miedos, sus inseguridades, sus entornos y sus culturas.

10: Ratatouille (Brad Bird, 2007)

Foto: Disney Pixar

Brad Bird probablemente sea el cineasta con mejor pulso narrativo que ha pasado por el estudio. Si Los increíbles nos regala acción y humor, Ratatouille sacó oro de una historia que podría haber sido un auténtico marrón en manos de un cineasta menos hábil. Consiguió trasladar a espectadores y niños de todo el mundo a la Francia de la alta gastronomía de mano de una rata. Está claro que ni el propio Remy, ni Linguini o Colette tienen el nivel de carisma que otros personajes de Pixar. Además, la trama amorosa también es una de las más flojas y gratuitas de la compañía.

Sin embargo, el buen hacer de Bird se refleja en su capacidad para que no se note la falta de estas habituales golosinas del estudio y centrarse en la historia base. Ratatouille logró ser universal precisamente por eso, por su capacidad para transmitir su enseñanza sobre el mal de los prejuicios y las clases sociales. Todo se convirtió en una valiosa oda a la pasión y al talento. A los críticos, además, siempre nos tocará muy hondo el personaje de Anton Ego y su revelación, el momento por el que vivimos todos los que nos dedicamos a este desprestigiado oficio.

9: Coco (Lee Unkrich y Adrián Molina, 2017)

Foto: Disney Pixar

Pixar saldó su deuda con la diversidad en esta película original que, siguiendo la estela de Inside Out y Toy Story 3 nos prepara para un final de caja de pañuelos. Pero el melodrama no es lo único que destacar en Coco. El folklore mejicano, personificado en la festividad del Día de los Muertos, sirve a la compañía del flexo para desarrollar un mundo visual impresionante, lleno de fantasía y personajes imaginativos, logrando algo parecido a Miyazaki con el balneario del El viaje de Chihiro. Además, como Ratatouille, Coco nos anima a perseguir nuestra vocación a la misma vez que nos enseña a no juzgar nunca por las apariencias.

8: Los increíbles (Brad Bird, 2004)

Foto: Disney Pixar

Mucho antes de que Marvel y DC se pusieran las pilas creando películas de calidad, nadie dudaba de que la mejor cinta de superhéroes se estrenó en 2004 (sí, coincidió con Spider-Man 2). Y fue así durante mucho tiempo. El humor, el diseño de todos y cada uno de los personajes y el planteamiento adulto de algunas secuencias hizo que Los increíbles tocará la fibra sensible, la risa y captara la atención de todo tipo de público. Década y media después, sigue siendo una de las mejores películas de acción de su época.

7: Buscando a Nemo (Andrew Stanton y Lee Unkrich, 2003)

Foto: Disney Pixar

Si en una película se empezó a notar la mano clásica de Disney fue en esta, donde parece que Pixar entendió mejor que nunca Bambi y se lo llevó a su terreno de manera maravillosa. Nemo nos cuenta la historia de un padre preocupado por hallar a su hijo, sobreprotegido tras la muerte de su madre. Pero el punto de partida solo es el principio en un relato homérico donde el padre tendrá que atravesar mil y un peligros para reunirse con su hijo. La memoria de Dory, las tortugas, el pasaje de las medusas, los tiburones o la fuga del acuario/cárcel son muestras continuas de la maravillosa creatividad de este estudio en plena edad de oro.

6: Toy Story (John Lasseter, 1995)

Foto: Disney Pixar

Contigo empezó todo Toy Story. El clásico fundacional del estudio fue el primer largometraje en animación 3D y, 25 años después, sigue siendo uno de los mejores. Es evidente que en el apartado visual ha quedado algo atrás, pero en el narrativo sigue repleto de joyas. Hablamos de la película que nos presentó a Andy, a Woody y a Buzz Lightyear, al señor Patata o a Rex. Escenas tan alucinadas como la de los extraterrestres y “El gancho” o la terrorífica secuencia con Sid, el pequeño vecino psicópata, forman parte de la historia del cine. Historia en la que esta cinta tiene reservado un sitio de honor.

5: Inside out (Pete Docter, Ronnie Del Carmen, 2015)

Foto: Disney Pixar

Tras un lustro de decepciones y secuelas a medio gas, Pixar volvió a conquistar al mundo con Inside Out. Si toda película infantil tiene la misión, más o menos, de abordar el coming of age de su protagonista, aquí Pixar decidió crear toda una película alrededor de los pensamientos y sucesos de ese momento tan difícil que llamamos preadolescencia. Alegría, tristeza, asco, ira y miedo se convirtieron en los concisos, divertidos e ilustrativos protagonistas de la mente de Riley. Como en Toy Story 3, Inside Out nos enseñó cómo despedirnos de la infancia y nos sacó más de una lágrima con sus recuerdos y, sobre todo, con la desaparición del amigo imaginario, personificación misma de la niñez que se diluye en nosotros.

4: Up (Pete Docter y Bob Peterson, 2009)

Foto: Disney Pixar

Si tienes que enseñarle a alguien, así, rápidamente, la magistral labor de Pixar, no cabe duda de que secuencia es la más propicia para conseguirlo. El principio de Up es una magistral síntesis de toda una historia de amor, tan corriente y tan grande como la vida misma. Si la vemos las veces suficientes para conseguir pensar además de llorar, nos daremos cuenta de la maestría de la secuencia. Un cuento tan hermoso (la vida) como desolador (la muerte) basado en el montaje y reflejado a través de la rutina. Más bien sobre cómo esta cambia poco a poco, hasta desaparecer.

Solo por ella bien valdría esta película y lo cierto es que el resto, la aventura de la selva, es bastante menos atractivo. De forma aún más acusada que en Wall-E, Up peca de mostrar sus mejores cartas nada más empezar la partida. Pero el inicio, hasta que la casa voladora llega a la selva, nos ha enganchado tanto que seguiremos a este señor llamada Carl (las personas de bien le conocemos por Spencer Tracy) y al simpático Boy Scout Russell a donde sea.

3: Monstruos S.A. (Pete Docter, Lee Unkrich y David Silverman, 2001)

Foto: Disney Pixar

Si el hecho de que los juguetes cobraban vida cuando no los veíamos dio luz a nuestra infancia, esta película sobre la labor profesional de los monstruos de nuestro armario iluminó para siempre nuestras pesadillas, convirtiéndolas en plácidos sueños. Pixar creo un mundo monstruoso fascinante, lleno de diseños impresionantes y una idea más original que ninguna otra. Sin embargo, por lo que habría que destacar esta película es por ser la primera del estudio en lograr ese clímax emocional que se ha convertido en su seña de identidad. Como Mike, nunca olvidaremos a Boo.

2: WALL-E (Andrew Stanton, 2008)

Foto: Disney Pixar

No cabe duda de que la cima creativa de la compañía se dio entre los años 2008 y 2010 con WALL-E, Up y Toy Story 3. La inspiración por el estudio debía ser tal que pensaron en hacer una película muda de dos robots y después continuar con la historia de un anciano. La valentía de Pixar se vio recompensada, sobre todo con este clásico ecologista lleno de pequeñas referencias. El principio es desolador, triste y empático. Una auténtica clase de cómo presentar a un personaje sin diálogos. El resto es una historia de ciencia ficción espacial llena de humor y acción, que aprovecha el diseño futurista para crear algunas de las secuencias visuales más asombrosas de la compañía. Pero es que, además de todo eso, WALL-E es una impresionante película de amor que haría enorgullecerse a Charlie Chaplin.

1: Toy Story 3 (Lee Unkrich, 2010)

Foto: Disney Pixar

Aprendida la lección de Wall-E y Up, Pixar ya nunca dejaría de guardarse el armamento pesado para el final, y no hay uno como el de Toy Story 3. Si El padrino 2 es el ejemplo para demostrar que las segundas partes pueden ser buenas, esta es la viva muestra de que las terceras pueden ser las mejores. Toy Story 3 es un recital de referencias narrativas, llevando a los míticos personajes a una guardería donde lo de menos son los poco cuidadosos bebes. La tercera parte de Toy Story es, más que nunca, una impresionante oda a la amistad, al trabajo en equipo y a la fidelidad. Una clase magistral sobre cómo cerrar una etapa y abrir otra, sobre el paso del tiempo que, al fin y al cabo, es de lo que en realidad va todo.

Información de Fotograma

Autor

2 comentarios en “📽 Ordenamos las 27 películas de Pixar de peor a mejor”

  1. Ordenar, clasificar, … tan moderno como tan antiguo, tan humano, sin embargo (…¿Cómo estaríamos sin embargo?… out topic) soy más de la especie que disfruta cada una en su momento histórico … cómo dice mi viejo …no hay kake más rico que el del último cumpleaños

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *