
Cloudflare publicó un reporte detallado sobre el fallo que este martes provocó la caída de millones de sitios web durante varias horas. La compañía negó que se tratara de un ciberataque y reconoció que el origen del problema estuvo en un error interno.
El incidente generó un impacto global y afectó de manera visible a plataformas como X y ChatGPT, además de numerosas empresas y páginas. Incluso DownDetector, que suele registrar este tipo de problemas, dejó de funcionar. La magnitud del colapso evidenció la dependencia de gran parte de la infraestructura digital mundial de los servicios de Cloudflare.
En su informe, la empresa explicó que inicialmente pensó que enfrentaba un ciberataque masivo. Las sospechas se centraron en un posible ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS), especialmente porque el sistema logró recuperarse por unos minutos antes de volver a caer.
La confusión aumentó cuando también se registró un fallo en la página de estado de Cloudflare. Según la compañía, esa página funciona de manera independiente a su infraestructura para mantenerse activa en situaciones críticas. Sin embargo, la coincidencia reforzó la idea de un ataque externo.
Cloudflare aclaró que la caída global no tuvo relación con un hackeo ni con actividades maliciosas. La firma aseguró que la causa no se vinculó “ni directa ni indirectamente” con un episodio de ciberseguridad.
El reporte señaló que el origen del problema estuvo en un cambio aplicado en los permisos de una base de datos. Esa modificación afectó un archivo de funcionalidades del sistema de gestión de bots. El ajuste generó múltiples entradas en el archivo y duplicó su tamaño. El software encargado de leerlo no soportó el nuevo límite y falló. Como el archivo se distribuyó a todos los equipos de la red de Cloudflare, el colapso se extendió a nivel global.
La empresa ofreció más detalles técnicos en su blog oficial y subrayó que un error de este tipo resulta inadmisible. Dane Knecht, jefe tecnológico de Cloudflare, pidió disculpas a los usuarios y clientes. Reconoció que el problema, el impacto y el tiempo de resolución fueron inaceptables. Aseguró que trabajan para evitar que se repita, aunque admitió que esta vez generó inconvenientes reales.
El fallo duró aproximadamente cinco horas y media. Cloudflare anunció medidas de corrección y seguimiento para reducir el riesgo de que vuelva a ocurrir. Sin embargo, la relevancia de la compañía en la infraestructura global de internet hace imposible garantizar que un evento similar no se repita en el futuro.
