El gobierno británico explora medidas para reducir la población carcelaria y mejorar el control de los condenados que cumplen penas fuera de prisión. Entre las propuestas discutidas en una reunión en Londres el mes pasado figuran ideas que parecen sacadas de la ciencia ficción, como implantes subcutáneos con chips de inteligencia artificial (IA), capaces de predecir delitos, robots que trasladen presos y superordenadores capaces de analizar datos históricos y anticipar conductas criminales. A lo Minority Report.
Según informa The Guardian, la opción que más polémica ha generado es la de implantar chips que permitan rastrear en tiempo real a los delincuentes. La iniciativa ha despertado preocupación por su posible impacto en los derechos humanos y la privacidad. La ministra de Justicia, Shabana Mahmood, lideró el encuentro, que congregó a más de 20 gigantes tecnológicos, entre ellos Google, Amazon, Microsoft, IBM y Palantir, junto a empresas especializadas en biometría y operadores de prisiones privadas como Serco.
Mahmood pidió a las compañías que colaboren con el gobierno para modernizar la vigilancia de los criminales y hacer más eficiente el sistema. James Timpson, ministro de Prisiones, respaldó la idea de integrar tecnología con IA para aumentar la eficacia judicial. Sin embargo, las propuestas han encontrado resistencia entre organizaciones defensoras de los derechos civiles.
Donald Campbell, de la asociación Foxglove, calificó estas ideas como alarmantes y advirtió que el gobierno podría estar otorgando demasiado poder a las grandes tecnológicas. También cuestionó la fiabilidad de predecir delitos mediante inteligencia artificial, algo que ya ha sido criticado en el pasado. Mahmood insistió en que, por ahora, solo se trata de planteamientos hipotéticos para abrir un debate sobre cómo resolver la crisis del sistema penitenciario.
Esta no es la primera vez que el gobierno británico considera soluciones tecnológicas para problemas sociales. El primer ministro Keir Starmer afirmó en enero que la inteligencia artificial podría transformar los servicios públicos. Informes recientes recomiendan expandir el uso de reconocimiento facial en espacios públicos para mejorar la seguridad.
Las empresas invitadas al encuentro se abstuvieron de hacer declaraciones. Está prevista una nueva reunión donde cada compañía dispondrá de 20 minutos para presentar ideas. Mientras tanto, grupos activistas temen que el entusiasmo por la tecnología termine comprometiendo las garantías legales de los condenados.