En el año 2022, Smokin J’s BBQ decidió trasladar su negocio a la famosa Comic-Con de San Diego, uno de los eventos más destacados del calendario para los fanáticos de los cómics y la cultura pop. Con el objetivo de adaptarse a este público particular, la cadena transformó su restaurante en una réplica casi perfecta del Cluckin’ Bell, uno de los establecimientos más icónicos de la saga de videojuegos Grand Theft Auto (GTA). Los detalles eran impresionantes: desde la vestimenta de los empleados hasta la decoración del lugar, todo estaba meticulosamente diseñado para replicar la experiencia del videojuego.
El éxito inicial de esta propuesta fue innegable. Los asistentes a la Comic-Con quedaron maravillados con la atención al detalle y la fidelidad con la que se había recreado el restaurante ficticio. La buena acogida del público llevó a Smokin J’s BBQ a planear una repetición del evento para la Comic-Con de San Diego en 2023. Sin embargo, sus planes se vieron abruptamente truncados.
Rockstar Games, la famosa compañía detrás de la saga GTA, no tardó en responder a esta iniciativa. La empresa matriz de Rockstar, Take-Two Interactive, envió una carta de Cese y Desista a Smokin J’s BBQ, exigiendo que dejaran de utilizar las marcas ficticias de GTA en sus restaurantes, incluso si era de manera temporal y en un evento específico. La justificación detrás de esta demanda era clara: cualquier uso no autorizado de sus marcas podría causar confusión entre los consumidores y potencialmente dañar la imagen de sus productos.
“Anoche recibimos una carta de Cese y Desista de la compañía legal que representa a Take-Two Interactive. En respuesta, nos hemos visto forzados a cancelar el evento Burger Shot previsto para este fin de semana en la Comic-Con. Igualmente, abriremos una instalación similar al Cluckin’ Bell el próximo fin de semana, aunque bajo el nombre ficticio de Dont Cluckin Tell,” explicaban representantes de Smokin J’s BBQ al medio RockstarIntel. Este último nombre, un juego de palabras ingenioso, fue un intento de mantener el espíritu original sin infringir los derechos de propiedad intelectual.
Este incidente resonó profundamente entre los fans de la saga GTA y los asistentes de la Comic-Con, quienes vieron frustradas sus expectativas de vivir una experiencia única. Aunque la idea de un restaurante temático inspirado en un videojuego popular podría parecer inofensiva y temporal, es fundamental recordar que cualquier iniciativa comercial con fines de lucro está sujeta a las leyes de propiedad intelectual. Además, Take-Two Interactive tenía razones válidas para preocuparse por la posible confusión que podría causar entre los consumidores y por cualquier problema operativo que pudiera afectar su reputación.