En los últimos años, las películas sobre carreras de autos han ganado popularidad, capturando la emoción y la adrenalina que caracteriza este deporte. Ahora, una nueva cinta se suma a esta tendencia: American Speed, una producción que traerá a la pantalla la fascinante y turbulenta historia de los hermanos Whittington, dos pilotos que no solo destacaron en las pistas, sino que también quedaron marcados por un escándalo relacionado con el tráfico de drogas.
La película, que aún no tiene fecha de estreno, llegará probablemente a Prime Video, aunque no se descarta su proyección en cines, como ha ocurrido con otras producciones del estudio.
El proyecto cinematográfico está siendo desarrollado por Amazon MGM Studios y contará con la participación de Tom Holland y Austin Butler, dos actores de renombre que interpretarán a los famosos hermanos Whittington. Aunque aún no se ha anunciado quién dirigirá el filme, sí se ha confirmado que el guion estará a cargo de Daniele Wiedenhaupt, conocido por su trabajo en la película Alpha de 2018.
Con una base sólida en la historia real, American Speed promete ser una inmersión en el mundo de las carreras de resistencia de los años 70 y 80, una época dorada para este deporte, pero también un período oscuro debido a los vínculos con actividades ilegales que sacudieron el ambiente automovilístico.
La leyenda de los hermanos Whittington
Don y Bill Whittington fueron figuras icónicas en el circuito de carreras de autos de resistencia. Alcanzaron la cumbre de su carrera deportiva en 1979, cuando, junto al piloto alemán Klaus Ludwig, ganaron la mítica carrera de las 24 Horas de Le Mans, uno de los eventos más prestigiosos del mundo automovilístico. Ese triunfo los catapultó al estrellato en el mundo de la competición, pero lo que muchos no sabían era que detrás de ese éxito había un oscuro secreto.
A medida que avanzaba la década de los 80, la historia de los Whittington tomó un giro dramático. Se descubrió que los hermanos, al igual que otros pilotos y equipos de la época, habían financiado sus actividades en las pistas con dinero proveniente del contrabando de drogas. Este escándalo, conocido como el “IMSA drug scandal”, fue uno de los episodios más polémicos en la historia de la International Motor Sports Association (IMSA), la organización que regulaba las competiciones de resistencia en Estados Unidos.
La participación de los Whittington en el contrabando de marihuana desde Sudamérica a Estados Unidos sorprendió a muchos. No solo estaban involucrados en la alta competencia de las carreras, sino también en una red de tráfico que les permitía financiar su costoso estilo de vida. Las carreras de resistencia, conocidas por sus altísimos costos operativos, empujaron a varios equipos a buscar fuentes de financiamiento ilegales. En ese contexto, algunos pilotos, entre ellos los Whittington, recurrieron al dinero del narcotráfico para cubrir los gastos de sus escuderías.
El uso de ganancias ilícitas permitió a los hermanos no solo mantenerse competitivos en las pistas, sino también vivir un estilo de vida lujoso que más tarde atrajo la atención de las autoridades. Además del contrabando de marihuana, los Whittington fueron acusados de evasión de impuestos y lavado de dinero, lo que eventualmente los llevó a enfrentar cargos judiciales. Su caída fue tan espectacular como su ascenso en el mundo del automovilismo, y su historia quedó marcada para siempre por el escándalo.