Microsoft lanzó Windows 11 hace casi cuatro años. Desde entonces, la compañía ha insistido en que este sistema operativo supera a Windows 10 en rendimiento. Sin embargo, la realidad muestra que Windows 10 sigue siendo más eficiente en equipos con recursos limitados.
Pruebas anteriores confirmaron que Windows 11 no funciona de manera óptima en ordenadores con solo 4 GB de RAM. La recomendación mínima para este sistema operativo es de 8 GB. En comparación, Windows 10 opera sin problemas con 2 GB y ofrece un rendimiento aceptable incluso con 4 GB.
El rendimiento ha sido un punto débil para Windows 11 desde su lanzamiento. Microsoft reconoce este problema y ha prometido soluciones significativas con la próxima actualización 25H2, programada para finales de 2025.
Para lograrlo, la compañía ha analizado problemas de rendimiento en equipos con Windows 11. Los datos recopilados a través del programa Insider han sido clave. Microsoft también fomenta la retroalimentación de los usuarios en este canal, lo que acelera la identificación de fallos y la implementación de mejoras.
La actualización 25H2 no solo incluirá ajustes visuales y nuevas funciones. Su principal objetivo es corregir los problemas de rendimiento que han afectado a Windows 11 desde su debut. Se espera su lanzamiento entre octubre y noviembre de este año, extendiendo el soporte del sistema operativo.
Este lanzamiento representa un desafío crucial para Microsoft, especialmente después del fracaso de la actualización 24H2. Aquella versión presentó tantos errores que la compañía se vio obligada a retirarla temporalmente. Muchos de esos problemas persistieron incluso después de su relanzamiento.
El éxito de Windows 11 25H2 será determinante para Microsoft. Tras el desastre de la versión anterior, la compañía no puede permitirse otro lanzamiento defectuoso. Su prioridad debe ser garantizar una actualización estable y libre de errores críticos.
