Un estudio reciente revela que el uso intensivo de ChatGPT y otros grandes modelos de lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés), afecta negativamente las habilidades cognitivas. Investigadores del MIT Media Lab, Wellesley College y Massachusetts College of Art and Design analizaron durante cuatro meses cómo estos sistemas impactan en el cerebro, el lenguaje y el comportamiento.
Los resultados, publicados el 10 de junio bajo el título «Your Brain on ChatGPT«, muestran que quienes dependen de estas herramientas presentan menor actividad cerebral, menor sentido de autoría y dificultades para recordar lo que escribieron, incluso cuando dejan de usarlas.
El estudio incluyó a 54 participantes divididos en tres grupos. El primero usó ChatGPT para redactar ensayos tipo SAT, el segundo empleó Google y el tercero no tuvo acceso a herramientas. En una cuarta sesión, el grupo que antes usó ChatGPT debió escribir sin ayuda, mientras que el grupo que solo usó su cerebro pudo acceder al chatbot.
Los investigadores monitorearon la actividad cerebral con electroencefalografía (EEG), analizaron los textos con procesamiento de lenguaje natural (NLP) y evaluaron los ensayos con correctores humanos y de IA.
Los hallazgos fueron contundentes. El grupo que usó ChatGPT mostró una caída en la conectividad de la banda alfa, relacionada con la memoria y el procesamiento del lenguaje. Además, el 83% de estos participantes no pudo citar correctamente fragmentos de sus propios textos en la primera sesión, y ninguno lo logró después. Incluso al escribir sin ayuda, siguieron teniendo problemas para recordar lo que habían redactado previamente, lo que sugiere que no internalizaron el contenido generado por la IA.
Otro efecto preocupante fue la pérdida del sentido de autoría. Mientras el grupo que solo usó su cerebro afirmó sentirse dueño de sus textos, los usuarios de ChatGPT mostraron una percepción fragmentada: algunos asumieron autoría completa, otros parcial y algunos ninguna. Para el tercer encuentro, la mayoría de sus ensayos eran respuestas copiadas y pegadas de ChatGPT con ediciones mínimas.
Nataliya Kosmyna, autora principal del estudio, explicó a Time que decidió publicar los resultados sin esperar una revisión por pares debido a la rápida adopción de la IA generativa, especialmente en educación. Su preocupación aumentó cuando en abril el expresidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para impulsar la alfabetización en IA en estudiantes de primaria y secundaria. «Me preocupa que en seis u ocho meses algún legislador decida implementar ‘ChatGPT en kindergarten’. Sería terrible», advirtió.
Aunque delegar tareas en ChatGPT puede parecer tentador, este estudio sugiere que el costo a largo plazo podría ser la merma de habilidades esenciales como el pensamiento crítico y la memoria.