
Muchos usuarios creen tener control absoluto sobre el consumo de batería de sus celulares, pero algunas aplicaciones agotan la energía sin que nadie lo note. Este problema, frecuente y frustrante, tiene responsables ocultos que operan en segundo plano. Identificarlos y ajustar su comportamiento puede marcar la diferencia entre un dispositivo que dura todo el día y otro que muere antes del mediodía.
En ocasiones, la batería se agota más rápido de lo esperado, incluso con un uso moderado. La causa suele estar en aplicaciones que consumen recursos sin pausa, ya sea por actualizaciones constantes, reproducción de contenido o procesos ocultos. Tanto Android como iPhone incluyen herramientas para monitorear este consumo y tomar decisiones informadas.
En dispositivos Android, el camino para descubrir las aplicaciones más voraces comienza en los ajustes. Al entrar en la sección de batería, aparece una lista detallada que ordena las apps según su impacto energético. Una opción adicional permite ver el uso completo del dispositivo, revelando patrones de consumo más profundos. Otra ruta muestra el tiempo de uso y el gasto específico por aplicación, facilitando la identificación de culpables ocultos.
En Android:
- Abre la sección de “Ajustes”.
- Busca y entra en “Batería”.
- Toca en “Detalles de uso”.
- Verás una lista que ordena las apps de mayor a menor consumo.
- Si quieres información aún más completa, toca los tres puntos que aparecen arriba a la derecha y selecciona “Mostrar uso completo del dispositivo”.
Ruta alternativa para Android:
- Desde “Ajustes”, entra en “Batería”.
- Pulsa en “Utilización de batería por aplicación”.
- Allí aparecerán dos apartados: “Consumo de batería” y “Tiempo de uso”, que revelan qué apps y funciones gastan más energía.
Los usuarios de iPhone también cuentan con herramientas integradas. Dentro de la aplicación de ajustes, la pestaña de batería despliega un ranking de apps ordenadas por consumo. Al activar la opción «Mostrar actividad», es posible distinguir entre el uso activo y el trabajo en segundo plano, un dato clave para detectar aplicaciones que operan sin supervisión.
En iPhone (cualquier modelo iOS):
- • Ve a la app “Ajustes”.
- • Desliza hasta la opción “Batería”.
- • Allí se mostrará la lista de apps ordenadas por consumo.
- • Si presionas “Mostrar actividad”, verás cuánto tiempo las utilizaste activamente.
Expertos en seguridad digital, como los de PSafe, señalan tres categorías de aplicaciones particularmente peligrosas para la batería. Las que funcionan en segundo plano, como redes sociales y servicios meteorológicos, actualizan datos de manera constante, incluso cuando el usuario no las abre. Limitar sus permisos o desactivar las actualizaciones automáticas reduce su impacto.
Las plataformas de streaming, como Netflix o Spotify, también demandan mucha energía, especialmente si se usan con datos móviles. Una alternativa es consumir ese contenido en dispositivos con pantallas más grandes, como computadoras o televisores inteligentes, reservando el celular para momentos puntuales.
Los videojuegos y aplicaciones de alto rendimiento completan la lista. Su necesidad de gráficos intensivos y conexión permanente los convierte en grandes consumidores de batería. Establecer horarios de juego o desactivar notificaciones puede ayudar a mitigar su efecto.
Más allá de controlar aplicaciones, pequeños ajustes en el dispositivo prolongan la vida de la batería. Moderar el brillo de la pantalla, deshabilitar el GPS cuando no se usa y mantener solo las aplicaciones esenciales actualizadas son prácticas sencillas pero efectivas. Realizar un chequeo mensual del consumo permite detectar patrones problemáticos antes de que sea tarde.
Prestar atención a estos detalles no solo optimiza la autonomía del celular, sino que también protege su vida útil. La próxima vez que la batería se agote demasiado rápido, revisar las aplicaciones instaladas y su comportamiento puede ser la clave para recuperar el control.