Apple ha decidido transformar radicalmente su asistente virtual Siri mediante una alianza con Google. La compañía de Cupertino ha optado por incorporar el modelo de inteligencia artificial Gemini, desarrollado por su principal competidor, para dotar a Siri de capacidades conversacionales avanzadas. Esta decisión marca un giro estratégico que, hace una década, habría parecido improbable. Sin embargo, en el contexto tecnológico de 2025, representa la única vía viable para que Apple compita en el ámbito de la inteligencia artificial conversacional.
Mark Gurman ha revelado que Apple paga a Google por una versión personalizada de Gemini que funcionará exclusivamente en los servidores privados de Apple. Esta integración llegará con el lanzamiento de iOS 26.4 en la primavera de 2026. Aunque el motor de procesamiento pertenecerá a Google, Apple mantendrá el control total sobre la interfaz, la experiencia de usuario y la gestión de la privacidad. Siri no mostrará el logotipo de Google ni adoptará la identidad de Gemini, pero su capacidad para comprender el contexto y responder de forma natural dependerá de la tecnología desarrollada por Google.
Durante 2025, Apple organizó una evaluación interna entre dos modelos de inteligencia artificial: Claude, de Anthropic, y Gemini, de Google. Las pruebas indicaron que Claude ofrecía mayor precisión y mejor manejo del lenguaje natural. No obstante, Apple eligió Gemini por razones económicas. La relación comercial existente entre ambas compañías, que incluye pagos anuales de entre 18 000 y 20 000 millones de dólares por el uso de Google como buscador predeterminado en Safari, facilitó la negociación. Esta infraestructura contractual permitió que el acuerdo con Google resultara más rápido y rentable que iniciar una colaboración desde cero con Anthropic.
El acuerdo no convierte a Siri en un producto de Google. Apple ha comunicado internamente que Gemini operará dentro de su propia nube privada, sin acceso directo a los datos de los usuarios ni integración visible con los servicios de Google. A diferencia de la actual conexión entre Siri y ChatGPT, que depende de servidores externos, la nueva Siri procesará las consultas directamente en los servidores de Apple. Esta arquitectura garantiza que las solicitudes no se redirijan a los sistemas de Google.
La integración de Gemini permitirá que Siri mantenga conversaciones coherentes, comprenda el contexto de múltiples preguntas consecutivas y ejecute acciones complejas dentro del ecosistema del iPhone. Por ejemplo, el asistente podrá interpretar solicitudes como “encuentra el correo que me envió Carlos la semana pasada sobre el proyecto y respóndele que lo tengo listo”, una tarea que la versión actual de Siri no logra realizar. Esta evolución convertirá al asistente en un chatbot conversacional completo, superando su rol tradicional de ejecutor de comandos básicos.
Mark Gurman también ha confirmado que la nueva Siri debutará junto con iOS 26.4, posiblemente en abril de 2026. En esa misma fecha, Apple planea activar Apple Intelligence en China, siempre que los reguladores lo autoricen. Este lanzamiento marcará un punto de inflexión en la estrategia de Apple, que busca posicionarse como líder en inteligencia artificial sin comprometer sus principios de privacidad y control de la experiencia.
La alianza con Google evidencia que Apple no contaba con un modelo conversacional propio al momento de presentar Apple Intelligence en 2024. La compañía había centrado sus esfuerzos en tecnologías como el aprendizaje automático en el dispositivo y la protección de datos, pero estas apuestas no resolvían el desafío principal: Siri necesitaba mayor inteligencia y velocidad de respuesta. Mientras OpenAI lanzaba ChatGPT en 2022 y Google respondía con Bard en 2023, Apple mantenía un enfoque más conservador.
La presión de competidores como Microsoft, que integró ChatGPT en Windows y Office, y Google, que utiliza Gemini en Android y sus servicios, ha obligado a Apple a buscar una solución inmediata. La compañía no dispone de tiempo para desarrollar un modelo propio desde cero, por lo que ha optado por una vía pragmática: incorporar tecnología externa para acelerar la evolución de Siri.
Ni Apple ni Google emitirán comunicados oficiales sobre este acuerdo. Mark Gurman ha indicado que no habrá menciones en presentaciones públicas ni notas de prensa. Sin embargo, cuando Siri comience a responder con fluidez y precisión en la primavera de 2026, los usuarios reconocerán el cambio. Aunque el origen de esa transformación no se anuncie, quedará claro quién ha proporcionado el impulso tecnológico que necesitaba el asistente de Apple.
