🤧 Riesgos de aguantar un estornudo: Más allá del mito

Foto: Wikimedia.

¿Estornudar y esperar no llamar la atención o aguantar el estornudo y asumir los riesgos? En plena temporada de alergias en el hemisferio norte, muchas personas enfrentan el dilema de estornudar en momentos inconvenientes, como en una sala de teatro en silencio o con un bebé recién dormido al lado.

Aunque comúnmente se cree que aguantar un estornudo puede ser peligroso, incluso mortal, esta idea no es completamente un mito. Aunque es muy poco probable que ocurran consecuencias graves, ciertos riesgos sí existen.

Los riesgos pueden variar desde molestias leves en la garganta hasta situaciones graves como la rotura de un aneurisma. Aunque estos casos son raros, sirven como advertencia sobre los posibles peligros.

La presión de aguantar un estornudo

Los estornudos tienen la función de expulsar agentes irritantes de nuestras vías respiratorias. Al estornudar, se libera una gran cantidad de aire a través de la nariz y la boca, eliminando estos agentes extraños. Este acto es involuntario, aunque a veces puede ser inducido por estímulos como la luz del sol.

Cuando se aguanta, la presión que se genera en el pecho es considerable. Se estima que esta presión es 20 veces mayor que la liberada durante un estornudo normal. Con un estornudo liberando aproximadamente 1 kPa, aguantarlo puede retener aire a una presión de 20 kPa, similar a la presión dentro de un balón de voleibol.

Consecuencias comunes y graves

Aguantar un estornudo puede causar dolor en el pecho debido a la presión que se retiene y presiona el diafragma, lo que puede extenderse hasta las costillas.

Los oídos, conectados con la nariz a través de las trompas de Eustaquio, también pueden verse afectados. La presión puede viajar hacia el oído, empujando el tímpano y pudiendo provocar su rotura. Además, si el estornudo es causado por una infección, los microorganismos pueden viajar hacia el oído, causando una otitis.

El aire que no se expulsa al aguantar un estornudo puede acumularse bajo la piel de la cara, causando enfisema subcutáneo, que se manifiesta como bultos dolorosos. En casos extremos, esto puede estar acompañado de roturas de mandíbula.

Otros tipos de lesiones pueden incluir daños en la faringe, laringe o esófago. En 2018, un hombre acudió a urgencias por dolor en el cuello y dificultad para tragar tras aguantar un estornudo. Los médicos diagnosticaron un enfisema subcutáneo cervical y una rotura de la faringe.

Conclusión

Aunque es tentador aguantar un estornudo en situaciones incómodas, es importante ser consciente de los posibles riesgos. La mayoría de las veces, estornudar es la opción más segura para evitar complicaciones que, aunque raras, pueden ser severas.

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