Mientras la PS5 Pro aún no llega al mercado, ya empiezan a circular rumores sobre la siguiente gran consola de Sony, la PS6. Aunque no se espera su lanzamiento antes de 2027, nuevas informaciones apuntan a una decisión que alegrará a muchos usuarios: la inclusión de un chip AMD en el corazón de la consola, lo que podría garantizar la retrocompatibilidad con generaciones anteriores, desde la PS4 hasta la futura PS5 Pro.
Según un reciente informe de Reuters, Intel estuvo muy cerca de hacerse con el contrato para desarrollar el procesador de la PS6. Sin embargo, en algún punto de 2022, AMD logró imponerse, preservando su lugar como socio de confianza de Sony en la fabricación de chips para consolas. Aunque los detalles de las negociaciones no han sido revelados, se especula que uno de los puntos clave de desacuerdo fue el impacto que tendría el cambio a Intel en la compatibilidad con versiones anteriores. Si Sony hubiera optado por Intel, es posible que la PS6 hubiera perdido esta importante función, algo que hoy se ha convertido en un aspecto esencial para los jugadores.
Intel, la gran perdedora
La derrota de Intel en esta competencia no es menor. De haber conseguido el contrato con Sony, la compañía habría asegurado ingresos estimados en 30 mil millones de dólares durante toda la vida útil de la PS6, según proyecciones internas. Este tipo de acuerdos son especialmente valiosos en un mercado que está experimentando grandes transformaciones, con la inteligencia artificial y los chips ARM ganando terreno. Para Intel, la oportunidad de ingresar al negocio de las consolas representaba una posible tabla de salvación en un panorama cada vez más complicado.
Retrocompatibilidad: la clave del éxito
La decisión de Sony de mantenerse con AMD no solo tiene implicaciones financieras, sino que también reafirma su compromiso con una característica que se ha vuelto indispensable para los usuarios: la retrocompatibilidad. En un mundo donde los juegos digitales son cada vez más comunes, poder acceder a títulos de consolas anteriores sin tener que comprar versiones nuevas es un valor añadido que los jugadores ya no están dispuestos a perder.
De confirmarse, la inclusión del chip de AMD en la PS6 permitirá a los usuarios disfrutar de sus colecciones de juegos desde la PS4, consolidando una estrategia que prioriza la continuidad y la comodidad. Si bien Intel queda fuera de la carrera por este contrato, los jugadores podrían ser los grandes ganadores si Sony cumple con su promesa de retrocompatibilidad total.
El futuro de la PS6 sigue siendo incierto en muchos aspectos, pero con AMD a bordo, parece que los usuarios pueden esperar una consola que no solo mejorará en potencia, sino que también respetará su legado de juegos.
Generado por IA