“Deadpool & Wolverine” puede convertirse en el regreso a la cima de Marvel Studio, ya que se han servido de elementos como cameos espectaculares, mofarse del cine de superhéroes y la poderosa nostalgia. Sin embargo, el filme sacrifica su trama a favor de todo lo anterior, porque al parecer sigue resultando más rentable recompensar a los seguidores con trucos y artificios que una buena historia.
En la serie de Amazon, se logra capturar el humor retorcido, el gore y la angustia por sobrevivir presente en cada videojuego. Pero a pesar de su admirable fidelidad, el mayor aporte de Jonathan Nolan respecto a Fallout ha sido introducir una nueva historia, lo que la convierte en digna sucesión, en vez de simple adaptación.
Tras diez años desdibujando las fronteras entre hombres y monstruos, “Shingeki no Kyojin” dice adiós a miles de seguidores, dejando imborrables recuerdos acerca de su soberbia animación, estelar construcción de personajes y sobre todo, una historia que se convierte en estudio visceral sobre la naturaleza del hombre.
El filme de Alejandro Monteverde pudo haberse convertido en un emblema cinematográfico formidable en la lucha contra el tráfico infantil, pero su calidad deja mucho que desear, y los intereses que giran entorno a su proyección, obnubilan las buenas intenciones de su realizador.
Teniendo en cuenta que el filme solo tiene sentido como diversión para los más pequeños y maratón de referencias para los adultos, “Super Mario Bros” cumple su cometido de entretener y a la vez sirve como nostálgico recuerdo de aquellos niños del pasado para los que el famoso plomero fue su primera vez frente a un videojuego.
“Barbie” logra convertirse en una crítica simpática al patriarcado y la propia Mattel pero sin aspirar a grandes conflictos ni ahondar en los verdaderos problemas del la mujer moderna.
